La educación es clave para formar una conciencia alimentaria

Por Beatriz Goyoaga, Coordinadora e Instructora de El Arte de Vivir.

En un mundo donde la velocidad y el estrés predominan, la alimentación consciente se presenta como una herramienta fundamental para fomentar hábitos saludables en las familias. Hoy, las nuevas generaciones están redefiniendo lo que significa comer, y es inspirador ver cómo estos cambios están permeando en los hogares.

La digestión comienza mucho antes de que el alimento toque nuestros labios. La primera digestión ocurre a través de los ojos: ver los colores y texturas de lo que vamos a comer activa un proceso en nuestro cerebro que prepara todo nuestro sistema para recibir los nutrientes. Esta conexión visual no solo es un aviso al cerebro, sino que también es un paso esencial hacia una alimentación más consciente. Cuando comemos con atención, nuestro organismo se prepara adecuadamente, optimizando la asimilación de los alimentos.

Algunos tips para una mejor absorción de los alimentos:

  1. Hidratación adecuada: Es importante beber agua antes de las comidas, después de la digestión o durante la comida, limitándose a un vaso máximo. Esto ayuda a preparar el sistema digestivo.

  2. Consumo de yogur: El yogur es ideal por la mañana, se considera normal al mediodía, pero puede ser nocivo por la noche. Elige el momento adecuado para disfrutarlo.

  3. Incorporar cúrcuma: Esta especia es excelente para acompañar la digestión. Agrégala a tus comidas para mejorar la salud digestiva.

  4. Azúcar y cicatrización: Aunque generalmente se evita, el azúcar puede actuar como cicatrizante para las heridas.

  5. Uso del ajo: A pesar de ser un antibiótico natural, no se recomienda consumir ajo antes de meditar, ya que puede interferir en la relajación y meditación.

Practicar la alimentación consciente significa también saber cuándo no comer. En situaciones de conflicto, ya sea con hermanos, parejas o colegas, es preferible esperar a que la tormenta pase antes de sentarnos a la mesa. En El Arte de Vivir, hemos estado enseñando esta filosofía durante más de 40 años, y es gratificante ver que hoy se toma más conciencia sobre la importancia de cómo y qué comemos.

La modernidad de la alimentación en familia 

En las familias modernas, cada vez es más común encontrar diversidad en las preferencias alimenticias: hijos veganos, vegetarianos, intolerantes al gluten, o aquellos que simplemente prefieren evitar las grasas. Esto presenta un desafío, pero también una oportunidad. Como dice Celina Selvás, madre de dos hijos y ejecutiva de seguros: “Hace 34 años que vengo comprando cosas para mis hijos, mi esposo y para mí porque comemos todos distinto, pero sigo amando comer con mis hijos. Prefiero que nos sentemos a comer felices a cocinar un puchero para todos”.

Este año, ya llevamos más de 2000 maestros que han sido capacitados en nuevos hábitos alimentarios y están siendo implementados tanto en escuelas públicas como privadas. La educación es clave para formar una conciencia alimentaria desde una edad temprana, ayudando a las futuras generaciones a hacer elecciones más saludables.

En El Arte de Vivir, también subrayamos que la práctica de los ayunos debe adaptarse a cada individuo. La medicina Ayurveda nos enseña que no todos podemos realizar los mismos ayunos; cada uno debe elegir según su biotipo y necesidades personales. Esto refuerza la idea de que la alimentación consciente no es un enfoque único, sino un camino personalizado.

La alimentación consciente está transformando nuestras mesas y nuestras relaciones. Es un viaje hacia la salud, el bienestar y la felicidad familiar. Al priorizar la calidad de lo que comemos y cómo lo compartimos, estamos sentando las bases para un futuro más saludable y armonioso en nuestros hogares. La clave está en disfrutar juntos, respetando las diferencias y eligiendo siempre la felicidad en cada comida.

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