La dura homilía de Monseñor Jorge García Cuerva y la advertencia sobre “el perro rabioso”

En su homilía del Primer Domingo de Cuaresma, el arzobispo alertó sobre las tentaciones del consumismo, el poder y la desconfianza en Dios.

En su homilía del Primer Domingo de Cuaresma, el arzobispo de Buenos Aires, Monseñor Jorge García Cuerva, advirtió sobre las tentaciones que enfrentan los creyentes y destacó que el demonio es un seductor que “se va a aprovechar de nuestra curiosidad y también se va a aprovechar de nuestra vanidad”.

Durante su reflexión, el prelado destacó que las pruebas de Jesús en el desierto se repiten en la actualidad y enumeró tres grandes desafíos: el consumismo, la búsqueda de poder y la desconfianza en Dios.

“Es la tentación del apego, la tentación de querer reducir todo a pan, de satisfacer nuestras necesidades inmediatamente. La tentación que tenemos todos en esta sociedad moderna del consumismo”, sostuvo el arzobispo al referirse a la primera tentación que enfrentó Cristo.

Sobre la segunda, alertó que “una de las enormes tentaciones del hombre hoy es el poder”, y cuestionó que “muchos se postran con la corrupción, se postran con el dinero malhabido” e incluso con “el narcotráfico, el tráfico de armas, la destrucción de los demás”.

Finalmente, habló sobre la tentación de la desconfianza en Dios“Es la tentación de ‘¿Será que Dios va a cumplir lo que dice?’. ‘¿Será que la palabra de Dios es verdadera?’”, expresó.

En otro tramo de su mensaje, García Cuerva profundizó sobre el accionar del demonio y advirtió que “es un derrotado porque lo derrotó Cristo para siempre con su muerte y su resurrección. Pero es un derrotado que actúa y se mueve como si fuera un victorioso, como si fuera un vencedor”.

En ese sentido, reiteró la importancia de no subestimar las tentaciones y citó una imagen utilizada por los Padres del Desierto: “Lo representaban como un perro rabioso encadenado al que no había que acercarse”, señaló, y agregó: “Con el demonio no se juega”.

El arzobispo subrayó que en los momentos de mayor debilidad espiritual “el demonio es astuto, es seductor, este derrotado que actúa como vencedor” y exhortó a no dialogar con él, sino a responder “con la Palabra de Dios como lo hace Jesús”.

Además, llamó a recurrir a la fe y a la oración para enfrentar los tiempos de prueba. “En la tentación no nos dejes caer”, señaló en referencia al Padre Nuestro, y pidió que la comunidad busque apoyo en la Virgen María: “Cuando tengamos tentaciones, pidamos con fuerza en la oración la presencia de la Virgen, que como madre nos abraza”.

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