La Corte reclamó por la falta de respuestas en la limpieza del Riachuelo

«Estamos muy, muy en el aire», dijo la jueza Helena Highton de Nolasco durante la Audiencia Pública convocada por el Máximo Tribunal. El presidente Ricardo Lorenzetti advirtió: «No hay estadística clara y la información está muy dispersa».

Durante la Audiencia Pública convocada el miércoles último, los jueces de la Corte Suprema de Justicia recriminaron a los representantes de los gobiernos nacional, porteño y bonaerense la falta de información aportada y la imprecisión de las respuestas sobre las tareas de saneamiento del Riachuelo, y resolvieron volver a convocar a un nuevo encunetro con fecha a definir.

«Estamos muy, muy en el aire», dijo la jueza Helena Highton de Nolasco, mientras que el titular de la Corte, Ricardo Lorenzetti reclamó a los expositores concentrarse «en las cuestiones concretas» y les advirtió: «No hay estadística clara y la información está muy dispersa».

La audiencia fue encabezada por los siete integrantes de la Corte, Lorenzetti, Highton de Nolasco, Carmen Argibay, Carlos Fayt, Juan Carlos Maqueda, Enrique Petracchi y Raúl Zaffaroni.

El primero en exponer fue el ministro de Medio Ambiente de la Nación y titular de la Autoridad de Cuenca Matanza-Riachuelo (ACUMAR), Juan José Mussi, quien destacó avances como la pavimentación del camino de sirga en el Riachuelo y dijo que desde su asunción, el 3 de enero, «se fue destrabando paulatinamente una maraña administrativa».

Luego fue el turno del presidente ejecutivo de ACUMAR, Gustavo Villa Uría, quien sostuvo que «el aumento de los basurales tiene que ver con el crecimiento económico y el aumento del consumo en la zona». La respuesta del funcionario se produjo ante la consulta del juez Juan Carlos Maqueda, quien preguntó por qué en 2009 había 149 basurales en la cuenca y en 2010 se registraron 210.

Villa Uría señaló que desde la creación de ACUMAR se sanearon 135 basurales y que hoy la recolección de desperdicios no es al 100 por ciento, motivo por el cual también aumentaron. Lorenzetti le preguntó al funcionario sobre las estadísticas de los niveles de contaminación del agua y el aire, ante lo cual Villa Uría dijo que «estamos mucho mejor de cuando se dictó el fallo», pero no dio precisiones.

Cuando Highton lo interrogó sobre la situación de contaminación con plomo que afrontan niños y adolescentes que viven en la cuenca, el funcionario sostuvo que eso se debe «al acopio de cartones» que realizan y no a las condiciones de la zona.
El subsecretario de Recursos Hídricos del ministerio de Planificación Federal, Fabián López, dijo que se construyeron más de 5 mil viviendas para la gente de la zona y que en total hay proyectadas más de 17 mil.

Por su parte, la jueza Argibay advirtió que en la Villa Inflamable, en Dock Sud, no hay cloacas ni agua potable, y tampoco llegan bidones de agua para la gente.

También expusieron el presidente de la Agencia de Protección Ambiental de la ciudad de Buenos Aires, Javier Corcuera Quiroga, y el subsecretario de Asuntos Municipales del ministerio de Gobierno bonarense, Alberto de Fazio.

Todos los funcionarios hicieron sus exposiciones con presentaciones en pantalla gigante, con estadísticas e información, pero los jueces advirtieron que contaban con esos datos y que buscaban precisiones.

La audiencia finalizó con la presentación del defensor del Pueblo de la Nación, Anselmo Sella, y el titular de la Auditoría General de la Nación, Leandro Despouy, sobre las dificultades para controlar el saneamiento del Riachuelo.

«En muy poco se habrá mejorado la calidad de vida de la población cuando se está hablando de programas que recién están comenzando a ponerse en práctica», señaló el Adjunto I a cargo de la Defensoría nacional, Anselmo Sella, en su exposición en la audiencia pública en la Corte Suprema de Justicia por el saneamiento de la cuenca Matanza Riachuelo.

Sella aseguró que «han pasado dos años y medio desde que se comenzó con el Plan de Saneamiento fijado en la sentencia del Máximo Tribunal y debo decir que todos los plazos están vencidos. Hay muchos proyectos pero también hay muchos incumplimientos en los programas que fijó la Corte; esto no significa que lo que se ha hecho no sirva, no podemos detener la inercia de la ejecución de la sentencia que está tomando fuerza», reconoció.

«Ha llamado la atención de nuestra institución el grado de improvisación en el que hacer y en el desarrollo de las distintas acciones que se iban realizando. En muy poco se habrá mejorado la calidad de vida de la población cuando se está hablando de programas que recién están comenzando a ponerse en práctica. Los cambios de interlocutores con quien debatir los proyectos y rumbos también fueron una constante que debió haberse evitado; y debo decir que, en este sentido, en el corriente año se observó un gesto de continuidad e

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