La ciudad ya tiene su “Polo espiritual”
La Asociación Americana de Maestros de Reiki, encabezada por Eduardo Yoel, se mudó a Avenida Mitre 581 y ofrece todo tipo de actividades y cursos relacionados con lo espiritual y sanación, a precios muy accesibles.
Cuando se sube la escalera de entrada, ya se percibe la sensación de paz y armonía. Y llegando al primer piso se confirma: llamadores de ángeles, figuras religiosas, cd y libros de meditación, lámparas de sal, entre muchos otros objetos es lo que adorna el nuevo y cálido hogar de la Asociación Americana de Maestros de Reiki.
A un lado del salón principal, un cuarto finamente decorado continúa con la misma sintonía de tranquilidad. Y en su interior, el presidente del Centro, Eduardo Yoel (60 años), tampoco se queda atrás: descalzo, vestido con ropa liviana y con un tono tan calmado y seguro, provoca una mezcla de admiración y envidia.
Ahí, sólo los sillones de cuero, un velador y la alfombra son los testigos de la llamativa historia de Yoel, que arrancó hace 21 años: “De ser un hombre común, llamado Eduardo Pérez, y no poder frenar los pensamientos negativos de la mente, tener patologías corporales como arritmia, obesidad (pesaba 150 kilos), diabetes, hipertensión y, además, al haberme separado tres veces, un día me dije: ‘algo tengo que hacer con todas estas tristezas que tengo’. Y ahí, sin dudarlo, arranqué a estudiar el trabajo de la mente, psicología espiritual, meditación, reiki; y todo eso logró que empiece a sanarme yo mismo. Aprendí que cada uno se busca el bien y el mal”.
Además, el hombre oriundo de Parque Patricios, mientras recuerda con nostalgia y orgullo sus comienzos en el tema de la meditación, explica que desde hace siete años es vecino de Avellaneda, cuando conoció a su actual mujer, Elida Olivero (la administrativa del Centro): “Inauguramos nuestra primera academia en Alsina, entre la Avenida Belgrano y Mitre, la segunda estaba en Beruti 39 y al final, desde hace poco, nos instalamos acá, en Mitre”. “Nos mudamos porque los otros lugares quedaron incómodos, ya que ahora se acercan 2.000 personas por actividad. Eso es porque cobramos un arancel muy económico y hacemos muy bien nuestro trabajo, con amor y dedicación”, explica.
Por ejemplo, en la Asociación Americana de Maestros de Reiki se pueden tomar clases de Yoga, Meditación, Tai Chi (yoga chino con movimientos lentos), Stretching (gimnasia de elongación para descontracturas), a sólo 10 pesos por clase y de lunes a viernes de 9 a 19.30 y sábados de 9 a 15 horas.
Por su parte, en sus clases de meditación y espiritualidad, Eduardo Yoel (el nuevo apellido se lo pusieron sus maestros hace 14 años) posee una ayudante de lujo: Alejandra Pérez, su primera hija. “Ella es la vicepresidenta de la Asociación y la maestra que me secunda en la enseñanza. Es mi mano derecha con el antídoto de la sanación”, añade.
Y con respecto a este momento donde varias personas eligen Reiki o se escucha hablar con frecuencia de ese arte japonés, Yoel explica: “Eso sucede porque es la era de acuario, que empezó entre la década del ‘40 y ’50, y está presidida por la intercomunicación. Empezamos a entender que somos espíritus, no ‘personas comunes’. Por eso el Reiki enseña a respirar y se realiza imposición de manos en cada chacra del cuerpo, que no es otra cosa que el ‘sana sana colita de rana’ de la vieja, cuando éramos pequeños”. Y agrega: “A este ‘polo espiritual’ –como denominé a la academia- vienen todo tipo de profesionales y cada uno trae sus diversos problemas o están a punto de explotar. Como se dice habitualmente, se acercan a limpiar el virus de la CPU, que es la mente. Cuando un individuo está mal, con mala vibra como se dice habitualmente, no hay que sorprenderse que le suceda hechos negativos. Hay que explorarse para poder encontrar el camino correcto”.
Por consiguiente, para estos tiempos de estrés y preocupaciones, el maestro Yoel y su equipo podría ser la solución para tomarse las cotidianidades con calma y encontrar la paz interior. Entonces a cerrar los ojos, respirar profundo y dejarse llevar…