El encuentro iba a concretarse para resolver si la central adheriría a la manifestación que harán al Obelisco las agrupaciones sociales CTEP, Corriente Clasista y Combativa y Barios de Pie a la Avenida 9 de Julio en repudio a la posible aprobación del proyecto de reforma previsional, que ya cuenta con sanción del Senado y resta que Diputados haga la propio para convertirla en ley.
Según pudo saber NA, al final ni siquiera el moyanismo movilizaría por su cuenta afiliados de sus sindicatos a esta marcha, como sí lo hiciera semanas atrás en la que organizaron las dos CTA y los mismos movimientos sociales.
Justamente, el sector cegetista que encabeza el camionero Pablo Moyano cultiva un perfil más “combativo” y se desmarcó del triunvirato y del resto de la conducción de la central al rechazar la reforma laboral que negociaron con el Gobierno.
No obstante, lo que une a todas las facciones de la CGT y a los movimientos sociales es el repudio a la reforma previsional que cambia el cálculo con el que se establecen los aumentos automáticos de los haberes jubilatorios, por lo cual no se descartaba que confluyeran en la marcha de este miércoles.
Pero los sectores más dialoguistas habrían decidido no avanzar en una movilización conjunta y, según se indicó a NA, al final podría haber una reunión este jueves de la “mesa chica” de la CGT y recién la próxima semana una de Consejo Directivo.
Por otra parte, también quedó en suspenso una solicitada que la CGT iba a publicar en los próximos días en algunos matutinos porteños para reiterar su rechazo a la reforma previsional, iniciativa que no fue conversada con la central sino con los gobernadores.
En esa misma solicitada también se iba a explicar su apoyo a la reforma laboral, insistiendo en que el proyecto final no modifica la Ley de Contrato de Trabajo y que “no elimina ningún derecho de los trabajadores”, tal como indicaron en varias ocasiones los integrantes del triunvirato.