La administradora del edificio notó “extraño” a Mangeri el día que fue hallado el cuerpo de Ángeles Rawson

La administradora del edificio de Ravignani 2360 declaró hoy ante el juez que, de que el portero Jorge Mangeri no solía faltar, le dijo que se tomaba unos días porque se sentía mal por la situación y aportó una constancia médica sin diagnóstico.

Fuentes judiciales informaron que se trata de Lidia Berrojalbis de Agüero, quien se desempeña como la administradora del edificio donde vivía Abgeles (16) y trabajaba Mangeri (45).

Berrojalbis de Agüero le dijo hoy al juez Javier Ríos, que Mangeri se comunicó con ella recién el martes 11 de junio, día del hallazgo del cuerpo de Angeles, para comunicarle que pedía una licencia médica.

Si bien a vecinos del edificio que ya declararon en la causa Mangeri les dijo que se sentía engripado, Berrojalbis de Agüero aseguró hoy que el portero le comunicó que necesitaba tomarse unos días “porque se sentía muy mal con todo lo que estaba pasando con la chica Angeles”.

La administradora relató que el pedido de Mangeri le llamó la atención porque no era habitual que él pidiera licencias por cuestiones médicas y agregó que lo notó “extraño”, según contaron las fuentes.

Además, Berrojalbis de Agüero indicó que Mangeri también le informó que por lo mal que estaban por la cuestión de Angeles, habían tomado la decisión con su mujer de mudarse “a lo de un amigo”.

La testigo remarcó que le extrañó que Mangeri se comunicara con ella desde un teléfono celular que le era desconocido, ya que le dijo que era de un sobrino y que lo agendara para ubicarlo, porque él no tenía más el suyo.

Además contó que recién el jueves 13 de junio, el encargado suplente del edificio, Fernando, le alcanzó a ella la constancia de que Mangeri había hecho una consulta médica.

Según fuentes judiciales, la constancia que hoy la administradora le alcanzó al juez Ríos sólo sugiere 48 horas de reposo y no tiene ningún diagnóstico médico.

Berrojalbis de Agüero fue la única testigo que declaró hoy frente al juez Ríos, la fiscal María Paula Asaro y el abogado querellante Pablo Lanusse.

La otra testigo citada, Rosa Pérez Gómez, empleada doméstica del departamento planta baja “B” del edificio de Ravignani, que está pegado a la planta baja “A” donde vivía la víctima, no concurrió a la audiencia.

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