“Para mí siempre fue un honor, compromiso y un orgullo, como vecino de Avellaneda, presidir la Comisión de Festejos de las Fiestas Patronales”, explicó Quetglas a La Ciudad.

“El año pasado fue para mí muy intenso, debido a un pequeño problema de salud, por ese motivo poder participar en estas Fiestas Patronales, en el año de la misericordia, el milagro de la Asunción de Nuestra Patrona, lo vivo de una manera muy especial”, reconoció Juan Quetglas.

Durante la entrevista, Quetglas se refirió a lo que significa esta fiesta cívico-religiosa para todos los vecinos avellanedenses.

“Creo que es un momento de reflexión, de recogimiento, de encontrase con uno mismo, de lograr un poco de paz y tranquilidad que todos necesitamos.  La comunidad de Avellaneda y Lanús con la Patrona de su Catedral, Nuestra Señora de la Asunción, quiere eso, que seamos agradecidos de lo mucho o lo poco que tenemos, y sobre todo, como dijo el Papa Francisco, ser misericordiosos, que es fundamental para que tengamos caridad sin pensar en lo que podemos recibir a cambio”.

“Generalmente recibimos a cambio cosas que no se pueden medir en dinero, como es estar bien con uno mismo, en paz y tranquilidad con todos, es algo que se necesita expresar y pedir que Nuestra Patrona nos mire y que nos siga guiando por este camino”.

En cuanto a las expectativas de esta nueva edición de las Fiestas Patronales, Juan Quetglas destacó  que “son muy buenas, como siempre”, creo que va a haber un muy buena concurrencia, como lo fue el año pasado, sin dudas este año también va a ver mucha gente todos siguiendo y venerando a nuestra señora de la Asunción”,  y auguró: “Que salgan una Fiestas patronales en orden, en paz, con tranquilidad, humildad y la misericordia que Nuestra Señora merece”.

Finalmente, Quetglas expresó su sincero agradecimiento a todo su equipo de trabajo y al Obispo diocesano, Monseñor Rubén Frassia, por haber depositado en él la confianza para presidir una vez más la Comisión de festejos.