Japón elevó el nivel de alerta nuclear en Fukushima

El gobierno japonés elevó ayer el nivel de alerta nuclear de cuatro a cinco puntos, mientras técnicos y fuerzas de seguridad luchan contrarreloj para enfriar dos reactores en el complejo Fukushima 1, dañado por el terremoto y tsunami que devastaron el norte del país el viernes pasado.

Las autoridades japonesas elevaron a cinco -dentro de una escala de siete- el alerta nuclear que clasifica a la situación como “un accidente con consecuencias más amplias”, y que es el mismo que se decidió en Three Mile Island, Estados Unidos, en 1979 y dos puntos por debajo del de Chernobyl de 1986.

No obstante, el vocero del gobierno nipón, Yukio Edano, aseguró que “se podrá superar esta catástrofe”, y se mostró optimista en que se logrará mantener los reactores dañados a temperaturas tolerables con agua de mar, hasta que pueda restablecerse el servicio eléctrico en la planta de Fukushima.

En este sentido la comisión de seguridad nacional aseguró los niveles de radiación en torno al reactor 3 disminuyeron ligeramente después de que fuera rociado con agua, según informó la agencia de noticias DPA.

Por su parte, la compañía de Energía Eléctrica de Tokio manifestó que espera restaurar para el sábado la energía en el primero y en el segundo reactor, para que se reactive el sistema de enfriamiento e impida que empeore la crisis nuclear”, informó la cadena japonesa NHK.

Las autoridades niponas mantuvieron la orden de evacuación de las personas que viven a 30 kilómetros de la central nuclear, y reiteraron que los niveles de radiación que llegan a Tokio, situado a 240 kilómetros de los reactores, son muy bajos e inofensivos para la población.

“En estos momentos, no hay pruebas de que una cantidad significativa de radiación se haya extendido más allá de la zona inmediata de los reactores”, dijo Michael O`Leary de la Organización Mundial de la Salud.

Por su parte, la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA) manifestó en su página oficial en la Web que “hasta la fecha no recibió reportes del gobierno japonés sobre gente afectada por radiaciones en Tokio o sus inmediaciones”.

La Cancillería informó que cerca de 1.200 argentinos viven en Tokio y casi 3.500 más al sur, y que no queda ningún ciudadano de este país en albergues para damnificados. Además se dispuso el envío de un avión para repatriar a los que quieran abandonar Japón.

El director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Yukiya Amano, dijo desde Tokio, que la situación en la planta es “muy seria” y que se lucha contrarreloj para enfriar y contener los reactores” “La situación está peor que al principio pero no se como es comparado con ayer”, dijo Amano.

Los “Fukushima 50”, tal y como se conoce a los 50 operarios de la planta que luchan por evitar un desastre nuclear a riesgo de sus propias vidas, recibieron hoy refuerzos de otras fuerzas de seguridad.

En el reactor 3 se consiguió establecer un primer suministro de electricidad, con el que se espera poder volver a poner en funcionamiento el sistema de refrigeración, y se intentará recuperar el sábado el suministro eléctrico regular para los reactores 1 y 2, y el domingo, para los 3 y 4.

Edano informó además que la temperatura está aumentando en los reactores 5 y 6, pero aseguró que esto no supone un riesgo inmediato y que, si fuera necesario, también podría arrojarse agua sobre ellos.

La crisis nuclear japonesa se desató luego de que la planta fuera gravemente dañada por el terremoto de 9 grados de magnitud y el tsunami que devastaron gran parte del noreste del país hace una semana, que dejaron más de 16.000 personas muertas o desaparecidas.

En tanto, las bajas temperaturas complican las tareas de rescate de cadáveres o de eventuales sobrevivientes de entre los escombros.

Los japoneses guardaron hoy un minuto de silencio a las 14:46 hora local (2.46 de la madrugada hora argentina) a una semana del desastre natural más grave ocurrido en Japón en los últimos cien años.

El primer ministro, Naoto Kan, instó al país a unirse y a reconstruir Japón desde cero, al tiempo que exhortó a sus conciudadanos a no sentirse desalentados.

En la zona del terremoto, diversas carreteras, puertos y aeropuertos dañados se reparan en forma gradual, y se abren para facilitar el trabajo de los equipos de emergencia.

Sin embargo, la nieve y la escasez de combustible obstaculizan los esfuerzos por distribuir alimentos y agua a los sobrevivientes y evacuados, que se estiman en 26.000 personas.

En tanto, unas 530.000 personas se agolpan en los campamentos provisionales, la mayoría de ellas en las prefecturas de Miyagi , Iwate y Fukushima, las más afectadas por el terremoto, en donde se anunció la construcción de 32.800 viviendas temporales.

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