“Esto es un semillero y nosotros ya somos semillas. Ahora tenemos que encontrar los lugares para echar raíces: Debemos llenar las ciudades con huertas agroecológicas”, expresó René Castro, técnico del INTA Avellaneda y del programa ProHuerta (INTA/MDSN) en la Universidad Nacional de Lanús (UNLa) al finalizar un nuevo ciclo con estudiantes de la carrera de Nutrición. Allí se trabaja en un convenio desde 2015 y ya se formaron 87 estudiantes como promotores de la huerta.

En la UNLa, mediante convenio con el INTA AMBA y el programa ProHuerta, se trabaja durante todo el año en una huerta comunitaria/ demostrativa agroecológica donde confluyen la producción agroecológica con la docencia, la formación profesional y la cooperación.

Desde 2015 se formaron 87 promotores estudiantes de la carrera de Nutrición: en 2017 se concretaron 11 intervenciones compartiendo la experiencia con más de 300 personas entre niños, jóvenes y adultos.

Además en 2017, 40 docentes de escuelas primarias y medias de la zona finalizaron el curso “Aulas a cielo abierto” con puntaje docente reconocido por el CIIE.

Lideran el proyecto docentes de la carrera de Nutrición: Lucía Pelatelli y Mónica Yedvab; Trabajo Social: Ana Moreno; Metodología de la Investigación: Francisco Manuel Díaz; y técnicos del Prohuerta: René Castro y Federico Paris.

Por todo esto, Castro remarcó: “Estoy muy feliz ya que terminamos siendo más de los que empezamos y esto no termina en un certificado ya que el año que viene tenemos que encontrarnos en las huerta: en el territorio acompañando a los espacios que trabajan con los que menos tienen”.

El espacio de la huerta Agroecológica de la UNLa “tiene una función pedagógica, la producción de saberes entorno a la alimentación y el origen de los alimentos; y comprometida con la comunidad desde una perspectiva de derechos con base en la soberanía alimentaria, el intercambio intergeneracional, la diversidad de género y la interdisciplina”, destacan desde la universidad.

Pelatelli docente de Nutrición sumó que “fue un año de mucho trabajo y este proyecto tiene mucho potencial seguimos creciendo en este colectivo”.

Se suman a esta propuesta estudiantes voluntarios y vecinos de la comunidad que luego de haber finalizado su capacitación acompañan y se constituyen en integrantes experimentados de la transferencia realizada.

Así Gladis del Valle, docentes de la EE 505 de Lomas de Zamora, da las gracias ya que puede compartir las enriquecedoras experiencias de trabajo con los chicos de su escuela con quienes plasman su huerta escolar. Por su parte, Eduardo Martos, también agradece haber participado y afirma que desde su lugar promoverá muy fuerte las huertas ya que son una forma de lograr la soberanía alimentaria.

Talleres

En este espacio se brindaron talleres teórico-prácticos en cultivos de hongos comestibles (gírgolas), armado de huertas verticales y cultivos artesanales en hidroponía con más de 90 inscriptos.

Para 2018 la UNLa traza como objetivos: establecer una cooperación activa con el Centro del Adulto Mayor que funciona en la misma universidad: “Para esto, y con la colaboración del área de patrimonio a cargo de Daniel López y los participantes del último taller, hemos construido canteros en altura para adaptar las intervenciones a todos los participantes”.

Así, el INTA AMBA, el programa ProHuerta y la Universidad de Lanús cuidan este espacio da frutos todo el año formando una pieza más para “llenar las ciudades con huertas agroecológicas para acompañar a los que menos tienen”

Para más información:
EEA AMBA – Comunicación
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