Independiente dejó escapar otra chance para poder acercarse a los punteros y por una pelota parada perdió esta noche ante Banfield por 1 a 0, en el encuentro correspondiente a la décimo quinta fecha de la Superliga.

El “rojo”, de haber ganado, podría haber tenido la ocasión de quedar cerca de los líderes, Argentinos Juniors y Boca, dado que el próximo viernes jugará ante Newells Old Boys, en el encuentro pendiente de la primera fecha.

Independiente suma dos partidos sin victorias, mientras que Banfield hace cuatro que no pierde, y de hecho consiguió tres victorias por 1 a 0.

Muy flojo y despilfarrando 20 minutos, Independiente y Banfield exhibieron muchos errores, aquellos que parece ser moneda corriente en el fútbol argentino, salvo honrosas excepciones.

Una escapada de Lenis, el más inquietante en Banfield, terminó con un remate de Dátolo que rebotó en un defensor del “diablo”, pero a todo esto, vino la respuesta del local con una contra de Cecilio que cedió para Benítez, y su disparo se fue cerca del poste derecho.

Independiente dejó en evidencia todo lo que le cuesta poder hacer pie en los partidos, porque se crea una propia telaraña de la que a veces no puede salir.

A los 40 Blanco habilitó a Domínguez, éste cedió a Silvio Romero, pero el remate del delantero se fue desviado, en inmejorable posición. .

En el complemento Independiente fue en busca del arco rival, aunque no con muchas ideas, sino más bien con su actitud, pero a todo eso Banfield le interpuso una férrea defensa, se diría que dos líneas de cuatro en el fondo.

No obstante fue Banfield el que generó las mejores ocasiones, primero con un remate de Carranza, luego con otro de Lenis y el restante a través de Lollo, y en todos los casos fue Campaña el que salvó al “rojo”.

Sin embargo, en un córner la precisión de Dátolo en el centro encontró la cabeza de Lollo, quien solo, venció la débil resistencia de Campaña para el 1 a 0.

Independiente repitió la fórmula, tratando de abrir las puntas con el uruguayo Silva y Bustos, pero cada centro fue rechazado por la zaga central del “taladro”, y la gente empezó a impacientarse.

El final fue el imaginable. La gente insultando a los jugadores y silbatina general, para un muy flojo presente del “rojo”.