Independiente lo dio vuelta y se quedó con el clásico de Avellaneda

Con goles de Sebastián Penco y Federico Mancuello, el Rojo se repuso del gol tempranero de Diego Milito, y venció a la Academia, por 2-1, por la quinta jornada del torneo.

En solo dos minutos Independiente dio vuelta un comienzo adverso para alzarse con una festejada victoria sobre Racing 2-1 en el primer clásico desde su regreso a la Primera División.

Por el festejo de miles de hinchas de Independiente que colmaron el estadio Libertadores de América, para el que se habilitaron solo por hoy un sector que por ahora estaba vedado por estar en construcción, el Rojo pareció terminar de cerrar hoy los festejos por la vuelta a la división mayor. Sufrió los primeros minutos, sobre todo cuando Diego Milito estampó el 1-0 que silenció al público en el primero de la catarata de errores que cometieron los dos equipos.

La jugada comenzó con un cambio de frente perfecto de derecha a izquierda de Gastón Díaz para Ricardo Centurión, que le pisó la pelota a Droopy Gómez, pase al medio, toda la defensa que da el paso pero adelante tardíamente y Milito empujó al gol a un costado de Diego Rodríguez.

Pareció que de contra Racing, mejor parado, lo iba a noquear, pero empezaron los centros desde la derecha que fueron de dilucidación imposible para el visitante.
A los 24 minutos, tiro libre desde la derecha cerca del vértice del área ejecutado de zurda y llovido al área con toda la defensa de Racing estática mientras Sebastián Penco se tiraba para modificar la dirección de la pelota y convertir a contra pierna del arquero.

En otro centro de jugada de Daniel Montenegro dos minutos después, fue Mancuello, la figura del partido, el que se adelantó a toda la zaga y ante la mala salida de Saja para empujar desde la derecha.
Para pero de males, Milito, el jugador que ordenaba el ataque se retiró lesionado y Gustavo Bou no estuvo a la altura del ex Inter.
Sobre el final de la etapa un remate frontal de Acevedo dio rebote en Rodríguez, que igual llegó a achicar el ángulo a Bou cuando intentó convertir.

En el segundo los dos anduvieron sin brújula y los dos desaprovechando el aquelarre de errores en que incurrieron.

Racing fue al frente pero ya sin el orden que había evidenciado en la primera parte del partido. Se prestaron la pelota y ninguno supo que hacer con ella.

Pero otra vez un centro desde la derecha, de esos que nunca Racing decodificó, Mancuello metió un remate en el palo.

Independiente, tal cual asumió su entrenador al término del partido, no jugó bien y hasta regaló pelotas dentro del área que los atacante desaprovecharon.

Mientras los jugadores se quejaban ante el árbitro Fernando Rapallini de los errores, dejando pasar jugadas para cobrar o ejecutando un reglamento personal y liviano, como una amarilla a Tula que debió ser roja por un codazo en la cara a Centurión.

Pese a que Racing fue una y otra vez hasta la puerta del área del local, fue Penco el que tuvo la chance más clara con una contra, tirando a un costado la pelota en un mano a mano.

Sobre el final, la defensa de Independiente se durmió pero ni así Centurión pudo alcanzar el empate que cortó el “ruso” Rodríguez.

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