Independiente cayó en La Plata y ahora depende de Racing para seguir siendo el único puntero

Con dos goles del colombiano Marco Pérez, Gimnasia derrotó al Rojo y le cortó una racha de siete partidos invicto. Mancuello marcó el tanto del equipo de Gallego, que está a tres puntos de Godoy Cruz, el rival de La Academia.

Con dos goles de la figura de la cancha, Marco Pérez, Gimnasia y Esgrima de La Plata derrotó a Independiente por 2-1, tomó aire para su lucha con la Promoción y sembró algunos interrogantes en el Rojo.

El Lobo se puso en ventaja a los 20 minutos de la primera etapa, con una buena definición del colombiano Pérez, tras aprovechar un error de la última línea roja. Pero a poco del final de la primera parte, Federico Mancuello capturó un rebote en el área y definió de zurda ante la salida de Sessa para empatar el partido y mantener la punta.

En el segundo tiempo el DT de Independiente Américo Gallego sacó a Walter Acevedo y pasó a Vittor al mediocampo. Puso a Julián Velázquez, un juvenil de poca experiencia en Primera aunque mucho más conocedor del puesto. A los ocho del complemento el «Lobo» tuvo una buena chance, pero entre Gabbarini y una mala definición de Encina, dejaron el marcador sin modificar.

Independiente no encontraba la pelota, aunque Gimnasia no tenía la lucidez para crearle problemas. Además, Mancuello, quien colaboraba en la contención, tuvo que dejar la cancha por una lesión. Piatti pasó al sector izquierdo y Lionel Nuñez entró para asociarse a Gandín en la creación.

A los 12, el Rojo tuvo el segundo. Un remate de Nuñez le quemó las manos a Sessa, que tapó el tiro y el rebote de Fredes. Gallego trocó piezas en el ataque. Sacó a un opacado Piatti y puso a Patricio Rodríguez, intentando darle más rapidez a las contras. Aunque poco cambió con la variante.

A los 23, otra vez Gimnasia aprovechó un error de Mareque y Marco Pérez facturó con un derechazo cruzado al palo diestro de Gabbarini para desatar el delirio en el Bosque.

Con más corazón que fútbol, el Lobo se ponía en ventaja ante un equipo que esta vez no pudo hacer valer su condición de de gran candidato al título. Porque careció de fútbol e ideas para imponer su liderazgo.

A ocho del final Gandín desperdició la chance más clara de Independiente en todo el partido. Con el arquero caído y el arco a su merced, remató sobre Sessa que estaba tirado esperando su sentencia.

Sin demasiado juego, pero con el alma. Independiente fue a buscar el empate, aunque no le alcanzó. Porque, esta vez, la suerte no estuvo de su lado.

Ahora, el Rojo puede ser alcanzado en la punta del Clausura por Godoy Cruz de Mendoza, que, paradojas del fútbol, esta noche enfrenta a Racing.

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