El Centro de Estudiantes de Ingeniería Tecnológica (CEIT) de la Facultad Regional Avellaneda de la Universidad Tecnológica Nacional, junto con la Asociación Gremial de Docentes de la UTN (FAGDUT), Seccional Avellaneda, reinauguró el Pasillo de la Memoria, espacio creado en 2015 para mantener presente la lucha de las Abuelas de Plaza de Mayo por encontrar a los nietos y nietas arrebatados al nacer durante la última Dictadura cívico-militar en el país.

El acto contó con la participación de autoridades de la Facultad y municipales, organismos de Derechos Humanos y los nietos recuperados Victoria Montenegro y Pablo Gaona Miranda. Durante la apertura se descubrió un mural alusivo al camino iniciado por las Abuelas y a la relación de la ciencia y la tecnología con la búsqueda de la identidad y la defensa de los Derechos Humanos.

“Es fundamental poder mantener vivo el ejercicio de la memoria histórica, colectiva y popular, y que en las Universidades Públicas haya espacios así, destinados a que la comunidad se sienta interpelada, porque la causa de los Derechos Humanos es irrenunciable”, manifestó Claudio Yacoy, Secretario de Derechos Humanos de la municipalidad de Avellaneda.

El Pasillo de la Memoria fue incorporado al Circuito de Valoración de la Memoria del Municipio. En ese sentido, Yacoy remarcó que “por decisión del Intendente, Ing. Jorge Ferraresi, en nuestra ciudad se ha avanzado de manera espectacular en cuanto a políticas públicas en materia de Derechos Humanos; por eso contamos con un circuito que recuerda los lugares donde se produjeron prácticas represivas, asesinatos y los distintos hechos atroces cometidos durante la Dictadura”.

Luego, tomaron la palabra los nietos recuperados, quienes expresaron su agradecimiento por formar parte de la actividad y contaron sus historias personales. “Me costó animarme a conocer mi verdadera identidad, al principio sentía culpa. En 2012 me acerqué a Abuelas de Plaza de Mayo con la sospecha de que era hijo de desaparecidos, me hice los análisis y lo confirmé; a partir de ahí pude conocer a mi familia materna y paterna y recuperar mi identidad”, comentó Pablo Gaona Miranda.

Victoria Montenegro, por su parte, remarcó que “ante los retrocesos que se viven en la actualidad en materia de Derechos Humanos, tenemos que interpelar a los más jóvenes para que no se borre la historia”, y advirtió que “hoy se quieren instalar nuevamente discusiones que habíamos superado, como la idea de ‘algo habrán hecho’ o que no son 30 mil desaparecidos”.

Montenegro también hizo hincapié en la fuerza y la perseverancia de las mujeres en la lucha frente a la Dictadura. “Abrieron el camino para que la sociedad pudiera entender lo que nos había pasado”, expresó, y cerró enfatizando en que “la vida es lo más preciado que tenemos”.

Por último, se dirigió a los presentes el presidente del CEIT, Francisco Merena, quien agradeció a sus compañeros por el trabajo y el esfuerzo dedicado para reinaugurar el Pasillo de la Memoria, y a las autoridades de la Facultad por el espacio. “Es muy importante mantener la memoria. Debemos recordar lo que pasó en nuestro país para que nunca vuelva a suceder”, comentó.

El encuentro, enmarcado en las actividades en conmemoración por el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, se llevó a cabo el miércoles 11 de abril en el Campus Villa Domínico de la Facultad (en av. Ramón Franco 5050).