Idolos de nuestro fútbol

Roberto Díaz escribe sobre Silvio Marzolini

Nació el 4 de octubre de 1940. Los entendidos en Fútbol, dicen que fue el número tres más importante del fútbol argentino. Indiscutible por ese lateral, jugador de selección nacional e ídolo de uno de los clubes más populares de su país: Boca Juniors.

Silvio Marzolini comenzó su carrera futbolística en Ferro Carril Oeste. Fue en 1955. De carácter fuerte y de conducta férrea, discutió con los directivos de su club porque exigió jugar en el primer equipo; en represalia, la comisión directiva lo suspendió durante dos años. Pero, a pesar de estos inconvenientes, el 3l de mayo de 1959, debutó en la primera división contra Boca, club que, precisamente, un año después compraría su pase.

Vistió siempre la camiseta de Boca Juniors, hasta su retiro en 1972. Ganó cinco campeonatos con la divisa xeneize y jugó en la entidad de la ribera nada menos que 366 partidos, siendo uno de los jugadores con más participación en el club.

Silvio Marzolini se convirtió en un símbolo de la selección nacional, en la década de los ´60. Jugó 29 encuentros con la camiseta blanquiceleste, participando en los campeonatos mundiales de 1962 en Chile y 1966, en Inglaterra.

Un dato: la prensa especializada lo votó por encima del italiano Facchetti, como el mejor número tres del mundo, luego de haber jugado el campeonato mundial de 1966.
Su carrera como jugador fue intachable. La hinchada de Boca lo adoraba y rescataba, en él, a los jugadores “de buen pie” que supo tener la institución, desmintiendo aquella tradición de que, para jugar en Boca, había que ser, más que técnico, aguerrido.

El “buen pie” de Marzolini, lo sufrían los punteros contrarios, a los que eludía y a los que les hacía sentir que él, también, sabía jugar al fútbol.

Hubo duelos memorables, algunos de ellos con Corbatta y con Bernao, con suerte variada: a veces, salía vencedor de la justa y, otras, eran estos talentosos los que le hacían morder el polvo.

Cuando se retiró, luego de su carrera exitosa como jugador, Silvio Marzolini se dedicó a la dirección técnica. Dirigió en 1975 hasta 1976, al club atlético All Boys. En 1981, fue contratado por Boca y obtuvo el torneo de 1981 (Metropolitano) con ese plantel que capitaneaba Diego Armando Maradona.

En 1995, volvió a Boca para dirigir su plantel. Otra vez, Maradona era el capitán de ese equipo, pero, en esa oportunidad, no logró tener éxito en su gestión.

En 1998, luego de pasar por el fútbol amateur de Boca y la gestación de nuevos jugadores para el club, se dedicó a trabajar en Banfield. En un período de diez años, Marzolini sacó, para la institución, jugadores de la talla de Cvitanich, Dátolo, Paletta, el arquero Mariano Barbosa y Daniel Bilos, entre otros cracks.

En 2008, se retiró.
Como anunciamos antes, Silvio Marzolini jugó solamente en dos clubes argentinos y ninguno en el exterior. Aquí, su paso se cristalizó en Ferro Carril Oeste (1959-60) y Boca Juniors (1960-1972), obteniendo, con esta casaca, cinco campeonatos en su haber: Tres campeonatos argentinos (1962, 1964 y 1965) y dos campeonatos nacionales: (1969 y 1970). Como director técnico, obtuvo el Campeonato Metropolitano de 1981.

Marzolini se ha dedicado, también, al periodismo deportivo y se desempeñó como Asesor en la Secretaría de Deportes, bajo la gestión de Hugo Porta.

Hasta aquí, sus datos más relevantes y sus éxitos deportivos que lo llevaron a la fama y a ser un ídolo en su club.

Es una persona correcta, educada, de buen nivel expresivo y que conoce su oficio como nadie.

Quien lo haya visto jugar, sabe que estamos hablando de uno de los jugadores argentinos más notables. En su puesto de lateral izquierdo, está, sin duda, en el podio de los mejores.

Este año, Silvio Marzolini cumplirá sus siete décadas de vida.

robertodiaz@uol.com.ar

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