Idolos de nuestro fútbol: Rubén Oscar Capria

Escribe: Roberto Díaz

Estoy hablando de un futbolista joven, que se retiró del fútbol pocos años atrás; un atildado jugador, de mucha clase, con una exquisita pegada y con una facilidad para hacer las jugadas más difíciles, que es y será recordado por aquellos que lo han visto jugar.

Rubén Oscar Capria es del pueblo de General Belgrano, en la provincia de Buenos Aires; nació el 6 de enero de 1970 y, felizmente (aunque ya esté fuera de la práctica del fútbol) lo podemos encontrar en muchos programas de radio y televisión, donde se hable de este maravilloso deporte, dando sus opiniones generalmente certeras porque es alguien que tiene la facultad de observar muy bien el juego.

Capria jugaba de volante. Era de esos jugadores pensantes dentro del campo de juego, de esos que buscan al compañero mejor ubicado e intentan, por todos los medios, crearle belleza al espectáculo.

Comenzó su carrera deportiva en Estudiantes de La Plata; esto sucedió en el año 1990. Jugó en el club platense hasta 1995; en total, fueron 127 partidos en los que anotó 21 goles. Y fue este año de 1995 cuando llegó al Racing Club. En el club de nuestra ciudad, Capria jugó hasta 1997, destacándose por lo que ya dije: atildado, pensante, buen pateador, de esos que no les gusta tirar la pelota afuera ni arrojarse a los pies de un rival. Siempre fue Rubén de aquellos jugadores considerados “exquisitos”, “de buen pie”, de los que desdramatizan el juego y le otorgan estética.

En 1997, Racing lo envió a préstamo a jugar en el Cruz Azul de México. Pero ese mismo año regresó a la “Academia” para jugar hasta 1999, cuando recaló en Chacarita Juniors.

El cambio de siglo lo encuentra en el club “funebrero” para, el año siguiente, ir a Lanús y terminar jugando en Unión de Santa Fe.
En su dilatada y diversificada trayectoria deportiva, Capria pasó por varios clubes del país y del exterior. Por eso, en el año 2003, lo encontraremos jugando en Ecuador, para el Barcelona SC y en el 2004 para la Universidad Católica de Chile.
Cuando regresa a la Argentina, ese mismo año, integral el plantel de Newell´s Old Boys de Rosario.
Vuelve a Racing en el año 2005 hasta que, en el año 2007, finaliza su carrera en Peñarol de Montevideo.

Fueron diecisiete años de trayectoria futbolística, con participaciones de lujo en muchos de los clubes que integró. Siempre se lo buscó por su gran visión de juego y su gran pegada. Por algo, los hinchas lo llamaron “Mago” y ese apodo le acompañó en casi toda su carrera deportiva.

Los hinchas de Racing lo tienen como uno de sus últimos grandes “ídolos” y es reconocido y querido en esta institución.

Hagamos un repaso detallado de su carrera que se inicia en Estudiantes de La Plata en 1990. Juega en ese club hasta 1995 para pasar a Racing hasta 1997; luego fue Cruz Azul de México el que lo tiene durante el año 1998 para regresar, posteriormente, a Racing y quedarse dos temporadas: 1998-99.

Chacarita Juniors lo mantiene, en su plantel, hasta el año 2000, para pasar a Lanús y, luego, a Unión de Santa Fe donde juega hasta el 2003.

El Barcelona de Ecuador lo mantiene un año y en el 2004, juega para Universidad Católica de Chile. Más tarde, estará dos temporadas en Newell´s Old Boys de Rosario (2004-05) para regresar, nuevamente, a Racing hasta el año 2006.
Peñarol de Montevideo será la última camiseta que lucirá este crack. Se retira definitivamente del fútbol en el año 2007.

En el año 2004, Rubén Oscar Capria obtiene el título de Campeón, jugando para Newell´s Old Boys de Rosario.

robertodiaz@uol.com.ar

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