Idolos de nuestro fútbol: Blas Armando Giunta

Escribe Roberto Díaz.

Este jugador nació el 6 de octubre de 1963 en la Capital Federal. Fue un volante central que comenzó su carrera en San Lorenzo de Almagro donde jugó las temporadas de 1983 y 1984.

De allí, pasó al club atlético Cipolletti en 1984 hasta 1985. Más tarde, Platense lo tuvo en sus filas y en 1984 volvió a San Lorenzo para jugar hasta 1988.

Dos temporadas en España, en el Murcia, en los años 1988 y 1989 y, por fin, en Boca Juniors, donde obtuvo su consagración, jugando desde 1989 a 1993.

Giunta pasó a México, para jugar en el Deportivo Toluca de aquel país hasta 1995.

Ese año, regresó a Boca hasta 1997 y volvió a España donde jugó en el club deportivo Ourense, en Galicia, hasta 1998.

Terminó su ajetreada carrera futbolística en Defensores de Belgrano, jugando en esta institución las temporadas de 1998 y 1999.

Pero Blas hizo una carrera significativa vistiendo los colores azul y oro de la entidad xeneize. Allí, se definió su personalidad y la hinchada de Boca lo tuvo como su ídolo durante esos años. Se sabía de la entrega, del fervor y de las vísceras que ponía este jugador vistiendo esa casaca. Hasta hoy, se pondera sus virtudes: no entregarse nunca, poner “pierna” cuando era necesario y demostrar que el fútbol también es un juego de hombres.

No tenía grandes atributos técnicos, pero pasó a engrandecer la divisa xeneize, en un puesto que había tenido al “leoncito” Pescia, al gran Mauriño, al ponderado Rattín.

Giunta supo ser merecedor del legado de aquellos grandes jugadores.

El 29 de noviembre de 1989, Boca llevaba ocho años sin lograr ningún título y se hallaba en la final de la Super Copa 1989, para definir contra nuestro Independiente.

Habían igualado los dos partidos sin goles y la final, entonces, se definía por penales. El encuentro era en la Doble Visera, la ex cancha de los “Rojos” de Avellaneda. Todos los pateadores habían convertido sus respectivos penales hasta que Navarro Montoya (jugando, en esta ocasión, para Boca) le atajó el penal a Artime; el próximo en patear era Blas Armando Giunta quien convirtió. Fue tanta la alegría de este jugador que salió corriendo toda la cancha hasta donde estaba la hinchada de su club y se trepó al alambrado para festejar, con su gente, ese nuevo título de la entidad de la ribera.

Los lauros de este crack, jugando para Boca, fue haber obtenido este torneo merced a su penal, la Recopa Sudamericana de 1990, la Copa Master Sudamérica de 1992 y el Torneo Apertura en 1992.

Luego de su retiro como futbolista, Blas se dedicó a la dirección técnica donde acaba de obtener el ascenso al Torneo Nacional B con Almirante Brown.

Como crack internacional, Blas Armando Giunta jugó para la selección nacional. Vistiendo la camiseta argentina, obtuvo la Copa América de 1991, disputando, en total, siete partidos.

Este magnífico profesional de nuestro fútbol, aún tiene mucho para aportarle, ahora en la dirección técnica. Exitoso con Almirante Brown, su nombre suena para la dirección técnica de Boca. En el momento de escribir esta nota, aún la entidad xeneize no había decidido quién será su próximo conductor.

robertodiaz@uol.com.ar

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