«Hacer», tres décadas fabricando envases de hojalata

Está ubicada en Sarandí y es proveedora de empresas de primer nivel. En la foto Juan Carlos Moscatelli fundador de la empresa.

Fundada hace casi tres décadas por Juan Carlos Moscatelli, la empresa «Hacer» es una de las líderes en lo que respecta a la fabricación de envases y litografiado de hojalata.

Desde su planta de Crisólogo Larralde 3225, en la ciudad de Sarandi, trabaja en responder a cada una de las necesidades específicas del mercado, sin olvidar la responsabilidad social y el cuidado del ambiente.

En ese sentido, «Hacer» cuenta desde el año 2001 con la Certificación ISO 9001 otorgada por una de las más prestigiosas empresas, Det Norske Veritas, certificado que fue renovado en 2008. Además tiene con la ISO 14.000 referida al cuidado del ambiente y la ISO 22.000 en lo que respecta a las buenas prácticas de manufactura y seguridad alimentaria.

Mario Gualtieri, Gerente General de la empresa, le explicó a La Ciudad que «Hacer» es una fábrica de envases de hojalata, tanto para alimentos como arvejas, leche en polvo, conserva de pescado, tomate, como para productos industriales como pinturas, solventes y cera en pasta.

En cuanto al proceso de elaboración, aseguró que todo comienza cuando llega la materia prima de su proveedor (la empresa Siderar, del grupo Techint), la cual llega a «Hacer» cortada a medida.

«Una parte de esa materia prima va al sector prensa para confeccionar los fondos, los aros y las tapas, parte va al sector de litografía donde se barniza si es necesario y se imprime, y todo va a la parte de armado del envase donde se corta todo a la medida de cada plantilla», comentó Gualtieri.

Con controles de calidad en cada una de las etapas, el proceso de producción finaliza en el sector líneas, donde se termina de armar el envase.

Consultado sobre la impresión, el Gerente General comentó que tienen estandarizados varios formatos, pero igual tratan de adaptarse al cliente.

En ese marco, más allá de que el modelo de envase viene diseñado por los responsables de marketing de cada cliente, en «Hacer» se brinda el asesoramiento adecuado acorde al producto a envasar.

A nivel tecnología, «Hacer» invierte en forma permanente y, como bien explicó su Gerente General, cuenta con una de las líneas más nuevas de la Argentina para hacer envases sanitarios.

Las mejoras y la actualización también fueron edilicias. Gualtieri recordaba aquellos comienzos donde alquilaban el predio lindero y ahora con predio propio tienen una superficie de 13.000 metros cuadrados, 11.000 de ellos cubiertos.

Además, mediante la contratación de consultoras o a través de los propios ingenieros, «Hacer» se ocupa de la capacitación de sus 160 empleados, para que el servicio que se brinda sea más eficiente.

Finalmente, consultado sobre los motivos que llevaron a la empresa a consolidarse y mantenerse a lo largo de tres décadas, Gualtieri remarcó que es porque trabajan fuertemente todos los días del año y porque están cerca de su comunidad.

«Somos una empresa confiable, que estamos para hacer las cosas bien, trabajamos siempre cerca de nuestros clientes y nos gusta que ellos crezcan porque de esa manera también crecemos nosotros», agregó.

Por estar en ese camino, «Hacer» fue distinguido el año pasado con el premio Jorge Fernández Prieto a la mejor industria grande del año, lo cual los llenó de orgullo y de agradecimientos.

«Es un placer trabajar en esta localidad, porque tanto el Intendente como el Secretario de la Producción están muy cerca de los industriales», sostuvo Gualtieri.
«Nos exigen mucho -añadió- pero nos ayudan, nos apoyan y se trabaja muy bien porque manejamos el mismo idioma, nos entienden y eso es importante».

Tres décadas de historia
«Hacer» se fundó en agosto de 1983 de la mano del ingeniero Juan Carlos Moscatelli, quien venía de trabajar durante más de veinte años en una empresa líder del grupo Bunge & Born.

«El nombre de la empresa surgió porque en esa época, no se hacía… se deshacía. Pero cuando Moscatelli tuvo la posibilidad de trabajar por sistema de fasón la empresa Centenera que estaba cerrada, lo hizo», relató Mario Gualtieri, quien se sumó a la sociedad al sexto mes de empezado el proyecto.

Por aquel entonces, «Centenera» le daba la hojalata a «Hacer», ésta hacía la lata y se la volvía a vender a la empresa madre para que sea distribuida entre sus clientes.

Después de diez años de funcionamiento, el grupo Bunge & Born decidió desinvertir en la Argentina, con lo cual fueron intimados a dejar la planta.

En ese momento, los caminos eran dos: judicializaban el conflicto o buscaban la manera de seguir. Ante esta disyuntiva, optaron por lo segundo, se instalaron en Sarandí y empezaron a buscar sus propios clientes.

Con respecto a aquellos comienzos, el fundador de la empresa aseguró que los procesos de fabricación, salvo desde lo tecnológico, no han variado con el paso de los años.

«A nivel nacional hay varias empresas pero la producción se ha concentrado mucho. Hay empresas chicas que hacen cosas más artesanales pero como nosotros, con tecnología de punta, hay tres nada más», afirmó Moscatelli.

Sin embargo, aseguró que se consumen mucho menos alimentos enlatados que en otra época, porque «en nuestro país la gente desconfía de la hojalata, porque la lata tiene mala prensa».

«Un mito es que los alimentos encalatados tienen conservantes, pero en realidad tienen muy poco o nada –agregó Moscatelli- además, a un envase que viene con tapa se le puede cambiar el contenido, a una lata no».

Si bien el consumo de hojalata en la Argentina no creció, tiene ventajas por sobre otros envases a la hora de cuidar el ambiente.

«El tetra break se usa muy poco en el mundo porque es un gran contaminante, mientras que los productos envasados en hojalata tienen la garantía de que el alimento es protegido y su cobertura es biodegradable e inviolable», resaltó el fundador de «Hacer».

La hojalata es compatible con el cuidado del ambiente, es reciclable en su totalidad, ecológica y biodegradable.

«El envase de hojalata se queda en la naturaleza porque en unos años retorna a ella en forma de óxido de hierro. Además se puede reciclar en su totalidad y eso una ventaja que acá no está apreciada», concluyó Juan Carlos Moscatelli.

Algunos de sus clientes
«Hacer» cuenta con una gran cantidad de clientes de primera línea, entre las que se destacan las siguientes empresas: Colorín, Alba, Arcor, Caroyense, Chimbote, Citta, Dixilina, Dos Anclas, Pinturas Emapi, Johnson, Kasdorf, La Banda, La Campagnola, Mellino, Nestlé, PetriLac, Pennisi, Plavicón, Puglisi, Salvita, Sancor, Sherwin Williams, Sinteplast y Tersuave.

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