Grassi esperará su sentencia definitiva bajo prisión domiciliaria

El Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Morón, dictó este miércoles la prisión domiciliaria para el sacerdote Julio César Grassi, condenado a 15 años por abuso sexual y corrupción de menores en el 2009, por haberse referido y calificado en público a su víctima durante un programa de TV emitido el año pasado.

Grassi salió de la audiencia convocada por los jueces a requerimiento del fiscal y los abogados defensores, escoltado por la Policía hacia el domicilio que consta en la causa, en la calle Sarratea 2510 de la localidad bonaerense de San Justo.

La audiencia fue realizada para tratar tres denuncias contra el cura en la que se los acusaba de violar las restricciones que se le había impuesto en el fallo condenatorio emitido en julio del 2009.

La primera denuncia estaba referida a un supuesto diálogo sobre el caso Candela Rodríguez que el religioso habría mantenido con el abogado Fernando Burlando dentro de la Fundación Felices Los Niños y que salió publicado en el diario La Nación el año pasado.

El letrado no negó el diálogo pero aseguró que la conversación habia sido mantenida en un domicilio particular, por lo que el Tribunal desestimó esta denuncia que habían formulado el fiscal Alejandro Varela y los abogados defensores.

Los jueces del TOC 1 tampoco tuvieron en cuenta la denuncia acerca de que Grassi había cambiado el domicilio que figuraba en la causa ya que testigos dijeron que el sacerdote continuaba viviendo en San Justo.

Pero el tribunal hizo lugar a la denuncia sobre manifestaciones del cura emitidas en septiembre pasado durante un programa de televisión en el canal América 24, donde el religioso se refirió a su acusador y víctima, conocido como Gabriel, como “extorsionador, cobarde y mentiroso”.

En la lectura de su resolución, los jueces Daniel Lepen, Mario Gómez y el presidnete del Tribunal Claudio Charinade, destacaron que al haber violado la restricción de no referirse a su víctima en público se le otorgaba la prisión domiciliaria porque de castigarlo con un arresto efectivo “no había otra medida de coerción mayor si continuaba haciendo alusión a su víctima”.

Los miembros del tribunal de esta manera “quisieron preservar los derechos y la dignidad de la víctima por sobre el castigo a Grassi”, informó una fuente judicial.

Además de la prisión domiciliaria, el cura deberá presentarse una vez por semana acompañado de la persona que él designe en la sede de los Tribunales de Morón.

Tampoco podrá quedarse solo con ningún menor de edad, ingresar a la Fundación Felices los Niños, salir del país y referirse a ninguna de sus víctimas, al tiempo que tampoco podrá cambiar de domicilio sin permiso judicial.

Tanto los abogados querellantes como el fiscal manifestaron su conformidad con el fallo de los miembros del Tribunal y aseguraron que “se logró por primera vez el primer fallo justo en esta causa”.

El abogado querellante Juan Pablo Gallego manifestó que Grassi “es un peligroso pedrasta condenado que hoy empieza a cumplir su pena, creemos que a partir de este fallo comenzará a cambiar la historia de esta causa”.

Sergio Piris, abogado defensor de “Gabriel”, por quien el cura fue condenado a 15 años de prisión, dijo a Télam que “estoy conforme ya que este caso era el único que conocía de un pedófilo condenado en dos instancias con 15 años de prisión que estaba libre”.

“Eso era algo ilógico por lo que este fallo del tribunal es un paso adelante”, completó Piris.

Ricardo Malvicini, abogado defensor de Grassi, dijo a Télam que “no compartimos los criterios de este fallo, ahora nos sentaremos a evaluar si vamos a apelar esta medida en la Cámara de Apelaciones o en Casación” y añadió: “esto no modifica en nada la situación de la causa que esperamos resuelva la Suprema Corte provincial”.

La causa está en estudio desde el año pasado en la Suprema Corte que deberá rectificar o ratificar la condena dictada por el TOC de Morón, los años de castigo y expedirse sobre si el sacerdote debe o no cumplir prisión efectiva.

El fallo llegó hasta allí luego de sucesivas apelaciones tanto de la defensa como de la querella que, ya sea en la Cámara de Apelaciones como en Casación, no habían podido lograr que ambos tribunales se expidieran sobre si el religioso debía cumplir arresto efectivo.

El último fallo de Casación bonaerense ratificaba el dictamen del TOC de Morón sobre la condena por abuso sexual y corrupción de menores pero confirmaba la libertad de Grassi hasta que la condena quede firme.

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