GPS… la brújula de estos tiempos

Escribe: Ing. Fabián H. Montefinal.

Hasta no hace mucho tiempo, la brújula era la estrella que guiaba a los navegantes durante sus travesías. La utilización del polo norte magnético como punto de referencia donde apuntaba la aguja del instrumento les permitía saber hacia dónde iban y cuanto se alejaban o se acercaban de su destino final. Esa simple herramienta les era suficiente para elegir con certeza el rumbo a tomar.

Con el aumento de tráfico de todo tipo (aéreo, marítimo y terrestre) y la ampliación de las redes navegables y viales se hizo necesario tener mayor información y precisión, ya no sólo de las rutas recorridas, sino también en dónde está cada uno de los vehículos en cada instante.

Fue esta necesidad la que dio origen al desarrollo el sistema de posicionamiento global, conocido comercialmente como GPS.

Desarrollado y controlado por el Departamento de Defensa de los Estados Unidos, con fines militares durante la década del 70, es actualmente aplicado a la vida civil y permite a cualquier usuario conocer su posición en el planeta, la velocidad a la que se mueve y el tiempo transcurrido durante un viaje, sin importar las condiciones climáticas ni el punto del planeta en el que se encuentre.

Casi a diario, oímos hablar de marcas, modelos. Lo entregan de regalo con algún auto nuevo. Pero, ¿qué es un GPS? ¿Cómo funciona? En las próximas líneas intentaremos dar algunas respuestas a esas preguntas.

La sigla GPS (Global Positioning System o Sistema de Posicionamiento Global) es la abreviatura comercial de su nombre completo NAVSTAR GPS. Su funcionamiento se basa en las señales de 24 satélites que transmiten información hacia la Tierra en forma constante y en cálculos matemáticos que permiten determinar la posición del móvil.

Los satélites del la red NAVSTAR se encuentran en órbita alrededor de la Tierra, en 6 direcciones diferentes, completando cada uno de ellos 2 vueltas completas cada día, para permitir una mejor cobertura del planeta. Los dispositivos GPS instalados en los vehículos reciben las señales emitidas por los satélites las que contienen información identificatoria de ellos, su posición y la hora en que se envía el mensaje.

Analizando la información de al menos 3 satélites, el GPS puede determinar exactamente su ubicación. Claro que poco nos ayuda poder obtener los datos de latitud y longitud sin tener un mapa donde ubicarlas.

En un GPS estos mapas forman parte del denominado Sistema de Información Geográfica (SIG), el que se almacena en la memoria y permite ubicarnos dentro del plano de la ciudad en la que esté el vehículo.

Es este mismo sistema el que se encarga de definir la ruta desde donde se inicia el viaje hasta el destino elegido, teniendo en cuenta el sentido de circulación de cada calle, si son autopistas o avenidas y guiando al conductor con instrucciones en pantalla y verbales.

Al igual que otros equipos tecnológicos, el GPS fue creado para satisfacer una necesidad bélica para luego extender su uso al mundo civil. Aunque la aplicación más popular del GPS es la que describimos en este articulo, no debemos dejar de mencionar que es un dispositivo de gran ayuda en otras áreas como la agrícola y forestal, la cartografía, el deporte y en el ámbito de la asistencia médica de emergencia.

Sin embargo, la integración con otros aparatos y dispositivos hace que vayamos incorporándolo a nuestra vida diaria. ¿Alguno pudo imaginar hace algunos años tener un teléfono celular que pueda indicar su posición exacta? ¿O tener una cámara digital que imprima la ubicación exacta donde se realizó la fotografía?
Estos son ejemplos de que el futuro se hace presente rápidamente cuando de tecnología de posicionamiento se trata. Parece que el final de la carrera está dónde se termina la imaginación.

Ing. Fabián H. Montefinal
Gerente General
Excelan Automación S.A.
email: fmontefinal@excelanautomacion.com.ar
www. excelanautomacion.com.ar

noticias relacionadas