Gracias a los grandes avances hoy en día, podemos conseguir con facilidad frutas y verduras originarias de cualquier parte del mundo y cultivadas en cualquier época, manteniendo sus propiedades nutritivas en buen estado. Sin embargo lo ideal sería consumir en cada estación el vegetal típico de ésta. Dentro de una dieta variada, encontramos numerosos productos que pueden mejorar nuestro estado de salud.

Cítricos: vitamina C
Los efectos que tiene sobre nuestro organismo son muchos. La vitamina C es, entre otras propiedades, un excelente antioxidante y previene, por lo tanto, el envejecimiento celular. Pero lo más importante es que en esta época refuerza nuestro sistema de defensa, ayudándonos a enfrentar, entre otras, las enfermedades respiratorias. Las bajas temperaturas e incluso los bruscos cambios a los que nos exponemos al entrar y salir de lugares cerrados con calefacción, debilitan nuestras defensas y por eso es importante una buena alimentación.

La naranja es la portadora más famosa de vitamina C ó ácido ascórbico. Su fama es acertada, ya que, con medio vaso de jugo (siempre que sea de buena calidad) tomaremos suficiente vitamina C para todo el día. En épocas invernales es aconsejable aumentar un poco su ingesta.

Sin embargo, la vitamina C también se encuentra en cantidades importantes en muchas otras frutas. En todos los cítricos podemos encontrarla de forma abundante: mandarinas, limones, pomelos, limas… Pero también son fuentes de esta vitamina las verduras (coles, coles de bruselas, coliflor…) aunque existe un inconveniente en este caso, y es que, al comerse generalmente cocinadas se pierden las ventajas de la vitaminas, porque es destruída por el calor.

Es recomendable consumir la vitamina C en ayunas o con media hora de separación de una gran comida, para lograr una adecuada absorción.

El kiwi ha de ser tenido en cuenta a la hora de buscar ácido ascórbico, ya que, su concentración es de las más elevadas. El resto de las frutas también contiene vitamina C, pero hay que consumir más cantidad para obtener la misma dosis que proporciona un cítrico o un kiwi. Además al ácido cítrico, presente en el fruto, potencia la acción del ácido ascórbico.

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