Del 4 al 8 de mayo se realizó la primera acción que consistió en la distribución, en la puerta de los supermercados y almacenes, de bolsas ecológicas para realizar compras, y la segunda fue del 11 al 15 del mismo mes, donde se fue recolectando el material reciclable que los vecinos acercaron a distintos puntos de la ciudad como Wilde, Sarandí, Avellaneda y Dock Sud, con el objetivo de donar lo recaudado al Taller Protegido Wilde.

«El cuidado del medio ambiente implica un trabajo en conjunto entre los vecinos y el Estado. Cada uno desde su casa debe ser consciente de la importancia de lograr una Avellaneda más verde y limpia, comprometiéndose con la separación de residuos y el menor uso de bolsas de nylon, entre otras cosas. La experiencia con la implementación de esta campaña, nos permitió ver que la mayoría de los vecinos tiene buena predisposición pero hace falta convertir los esfuerzos personales en acciones colectivas efectivas para lo cual es necesario que la gestión municipal sea la principal promotora a través de un plan integral», afirmó Gladys González.

Quien se sumó a la campaña fue el dirigente Sebastián Vinagre, quien sostuvo: «Vimos muy buena recepción por parte de los vecinos y mucho interés en aprender cómo separar la basura en origen y en cuidar el medio ambiente. Desde la Defensoría venimos trabajado en acciones concretas como la que llevamos adelante junto a la Escuela Simón Bolívar para la remediación del suelo del Arroyo Sarandí y la firma del Convenio con la Agencia de Protección Ambiental porteña para la protección de nuestra querida Avellaneda».

El ejemplo de la Ciudad de Buenos Aires es digno de imitar. Allí se implementó un plan ambicioso para modificar la cultura de los vecinos en relación a los residuos a través del uso de contenedores para separar la basura en origen, puntos verdes para recibir los materiales reciclables, el fuerte trabajo en la concientización y sobre todo en brindar la información necesaria para que cada vecino aprenda a separar desde su casa, la compra de nuevos y modernos camiones recolectores que implicaron la capacitación de los trabajadores, y un gran trabajo conjunto con los recicladores urbanos, entre otras cosas.