Se trata de la droga recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para realizar abortos ambulatorios, que a partir de esta regulación podrán utilizar mujeres cuyos casos se encuentran contemplados por la ley vigente: cuando el embarazo representa un peligro para su vida o si el mismo es producto de una violación.

Se prevé que el Misop 200 estaré disponible en los comercios antes de fin de año, según declararon autoridades del Laboratorio Domínguez a El Cronista. El medicamento cuenta con la dosis justa para el procedimiento médico, está especialmente diseñado para ser introducido en la vagina y se venderá dentro del marco legal.

En la actualidad, la droga sólo se consigue en farmacias combinada con diclofenac, en una presentación que lleva el nombre comercial Oxaprost, elaborada para tratar patologías gástricas y no para uso ginecológico.

El Misop 200 se encuentra autorizado por la ANMAT desde julio pasado, en forma de comprimidos vaginales, en una concentración de 200 microgramos. Hasta ahora, sólo podía obtenerse en centros de salud.

“La droga produce maduración cervical, dilatación y reblandecimiento del cuello uterino, disminuyendo la cantidad de fibra de colágeno y permitiendo que se intercale entre ellas una mayor cantidad de agua”, describen desde la institución.

Y agregan: “De forma consecutiva, el misoprostol aumenta la frecuencia y la intensidad de las contracciones del músculo liso uterino, de forma que las fibras se orientan en el sentido de la tensión ejercida sobre ellas, facilitando así la expulsión del contenido del útero”.

La iniciativa generó polémica en las redes sociales. Mientras que desde la Camapaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito celebraron la decisión de la ANMAT -aunque aclararon que continuarán trabajando por la Ley de Interrupción Voluntaria del Emabarazo, rechazada meses atrás por el Senado de la Nación-, usuarios identificados con la corriente autodenominada “pro vida” se mostraron disconformes.