En el marco de los festejos por el Bicentenario de la Patria, el Colegio Reverendo Padre Vicente Sauras, de la localidad de Villa Domínico, implementó como Proyecto Institucional, para el período 2010-2013, apadrinar a una escuela de niños aborígenes, descendientes de Pueblos Originarios.

Después de una ardua investigación realizada por los alumnos, especialmente a través de Internet, se decidió apadrinar a la Escuela Bilingüe Guaraní N° 657, de Aristóbulo de Valle, Provincia de Misiones, que alberga a 150 alumnos, niños y adolescentes pertenecientes a tres comunidades aborígenes guaraníes, desde Jardín de Infantes a 7° grado de la escolaridad primaria.

Ese año, la profesora Norma Gorosito de Paino, Coordinadora del Proyecto, visitó dicha escuela y tomó contacto con su Directora, la Sra. Mónica Noemí de Lima, para interiorizarse sobre cuáles eran la necesidades reales de esa comunidad de niños y de sus familias.

Los alumnos del nivel secundario, profundamente sensibilizados frente a esas necesidades, comenzaron a generar una serie de acciones concretas a fin de brindarles ayuda. Desde entonces, realizaron dos campañas anuales con el fin de juntar alimentos, ropa, calzado, útiles escolares, entre otros, para las cuales contaron con la colaboración de todas las familias del Colegio en sus dos niveles, Primario y Secundario, del Jardín Monseñor Castro y también de familias del barrio que se sumaron de inmediato a este proyecto.

Gracias a estas importantes donaciones, ya recolectaron más de 2.000 kilos de alimentos no perecederos que, por medio de la Empresa Petrovalle de Transporte, fueron enviados a la Escuela 657.

Asimismo, con el fin de comprar leche en polvo, los alumnos venden tortas y golosinas en los recreos. Con lo recaudado y el aporte y la colaboración del personal directivo y docente, ya han sido enviados 200 kg. de leche.

Visita de 11 niños egresados
Además de la ayuda mencionada, el Colegio Vicente Sauras fijó como objetivo para el año 2010 traer a Buenos Aires a los 11 niños que egresaban del 7° grado de la Escuela Primaria, para que conocieran los lugares y monumentos que fueron testigos del nacimiento y posterior desarrollo de la historia de nuestra Patria: el Cabildo de Buenos Aires, la Pirámide de Mayo, la Casa de Gobierno, las fragatas Libertad y Sarmiento, y la Catedral de Buenos Aires, entre otros lugares. También fueron llevados de visita al Planetario, a los bosques de Palermo y los estadios de Racing e Independiente.

Acompañados por la Directora, Mónica Noemí de Lima y una docente, la sra. Silvia Frischeisein, el 3 de noviembre de ese año llegaron a Buenos Aires y fueron recibidos con gran alegría por toda la comunidad educativa.

Once familias los albergaron en sus hogares y los acompañaron durante su estadía. En esa ocasión, el Colegio contó con la colaboración de la Armada Argentina; el Sindicato de Empleados de Comercio de Avellaneda- Lanús, que cedió las instalaciones de su predio recreativo y organizó la fiesta de despedida; de la Empresa de Transporte Gral. Tomás Guido, que puso a disposición del Colegio una de sus unidades; del Hospital J. D. Perón, que garantizó, en caso de ser necesaria, la atención de los niños, y de familias del colegio que acompañaron y colaboraron para que todo resultara tan bien como finalmente resultó.

Obras en la escuela
El año pasado, las actividades solidarias fueron continuadas por un grupo de padres y alumnos, que viajaron durante el receso escolar de invierno a Aristóbulo del Valle, con la intención de mejorar las instalaciones de una de las sedes de la Escuela 657 (ubicada a 7 km. de la ciudad). En esa oportunidad, hicieron trabajos de carpintería (arreglaron puertas y ventanas), pintaron el exterior e interior de la escuela y fueron colocadas cortinas. Todo ello volvió a ser posible a partir de la colaboración de toda la comunidad educativa, que compró rifas, donó pintura y confeccionó las cortinas, entre otras tareas.

En el mes de julio de este año, nuevamente un grupo de papás, acompañados por la Coordinadora del Proyecto, viajaron nuevamente rumbo a Aristóbulo del Valle. En esta ocasión, realizaron trabajos en el aula satelital de «la 657», que dista a 30 kilómetros de la ciudad, en plena selva misionera.

El objetivo iniciar era dotar de agua potable a esa sede de la escuela y realizar trabajos de pintura de los dos salones de clase. Pero las obras fueron mucho más allá. Además de la conexión de agua, fue construida una cocina y un baño. En la cocina fue colocada una mesada de granito de mármol, con bacha de acero inoxidable, una cocina con garrafa y un freezer (todo ello con donaciones de familias del Colegio); y en el baño fue instalado un inodoro, mochila y lavabo. También fue pintada toda la escuela, exteriores e interiores y aberturas, se colocaron cortinas y estantes para libros.

«Nos proponemos seguir trabajando para ayudar a los niños, a sus familias y a los docentes de esa Escuela. Sabemos que estamos formando a nuestros alumnos en los valores del Evangelio, en los que se cimentó el nacimiento de «Una nueva y gloriosa Nación», manifestaron desde el establecimiento educativo, desde donde expresaron su «más profundo agradecimiento a todos los que nos prestan su valiosa y desinteresada colaboración, para que por un año más podamos hacer vida en esos niños tan olvidados de nuestra Patria, el Mandamiento de Jesús: Amarás a tu prójimo».