Estudiantes y docentes de la UNLa desarrollaron un sensor de dióxido de carbono para ayudar a prevenir el contagio de enfermedades respiratorias

El dispositivo monitorea la calidad del aire compartido en un ambiente cerrado y advierte cuándo es necesario ventilar y renovar la oxigenación de los espacios. Un lote de detectores ya se está usando en la Universidad y paralelamente otro lote será destinado a un ensayo de verificación de desempeño en el INTI.

La proximidad de los días fríos siempre resulta una preocupación por la propagación de las enfermedades respiratorias, sobre todo, en ambientes con alta concentración de personas. Enfocados en ese problema, estudiantes y docentes de la Licenciatura en Diseño Industrial de la Universidad Nacional de Lanús (UNLa) desarrollaron sensores de dióxido de carbono, que son parte del proyecto de implementación en la UNLa de un sistema de monitoreo de CO2 que permita el control de la ventilación en espacios cerrados (como aulas y oficinas) y también brinde información para la planificación de acciones de cuidado del aire.

El diseño y fabricación de los dispositivos Sensor Universitario de Dióxido de Carbono (SEUCOO) fueron realizados en el Laboratorio de Diseño de la Universidad por estudiantes y docentes de la Licenciatura en Diseño Industrial, con el aporte de estudiantes de la Licenciatura en Comunicación en el diseño del logo y las piezas gráficas.

Tanto la electrónica como las carcazas fueron fabricadas íntegramente en el Taller de Modelos de la UNLa mediante el uso del equipamiento de fabricación digital, mecanizado CNC e impresión 3D. Los estudiantes participaron en calidad de auxiliares de docencia y de laboratorio y en el marco de las prácticas pre profesionales de ambas licenciaturas de diseño.

El primer lote (50 sensores), recientemente finalizado, será empleado en una prueba de usabilidad en la UNLa. En primer lugar, en aulas donde se dicten carreras del Departamento de Humanidades y Artes (la Licenciatura en Diseño Industrial pertenece a esa unidad académica) y a oficinas de esa dependencia.
Posteriormente, su instalación se ampliará al resto de las áreas de la Universidad.

Paralelamente, un muestreo será destinado a un ensayo de verificación de desempeño (ya está en trámite), en el marco de la articulación con las siguientes áreas del INTI: Centro de Investigación y Desarrollo en Diseño Industrial y Departamento.

La idea del proyecto surgió en plena pandemia del coronavirus cuando se estaba pensando cómo retornar a la presencialidad en las aulas una vez que las autoridades sanitarias lo permitieran.

“Uno de los aprendizajes de la experiencia de la pandemia de Covid-19 fue la puesta en foco de la calidad del aire que respiramos. Comprendemos mejor ahora mejor el riesgo de transmisión aérea de enfermedades y la importancia de la correcta ventilación y capacidad de renovación del aire compartido en los espacios cerrados”, explicó Guillermo Andrade, director de la Licenciatura en Diseño Industrial de la UNLa.

Más allá de la transmisión de enfermedades respiratorias, Andrés Ruscitti docente-investigador que forma parte del proyecto, hizo hincapié también en otras dificultades que traen los ambientes cerrados con alta concentración de dióxido de carbono en lugares cerrados como las aulas y las oficinas: “Al desplazar al oxígeno, dificulta la respiración. Eso puede generar en las personas distintas molestias como dolores de cabeza, falta de concentración, somnolencia y hasta sensación de mareos”, consignó.

Matías Pouton, uno de los estudiantes que participan de la iniciativa, comentó que algo que le “gusto mucho” es que “el proyecto surge a partir de un problema concreto de la sociedad”.

Justamente ese uno de los lineamientos del proyecto institucional de la UNLa en que su rectora Ana Jaramillo más pone el énfasis: contribuir desde la Universidad a buscar soluciones a los problemas de la comunidad que la rodea y del país.

El estudiante de Diseño Industrial además destacó la satisfacción por el resultado: “Ver que pudimos llegar a un producto final que no solo fue pensado desde la Universidad, sino que además fue fabricado íntegramente con las herramientas que tenemos acá en la UNLa, es doblemente satisfactorio”.

Pouton es uno de los cinco estudiantes de Diseño Industrial que integran el equipo del proyecto. Los otros
cuatro son: Federico Morabilo, Nicolás Georgeovich, Melina Yocco y Esteban Harrdos.

Cómo funciona el sensor de dióxido desarrollado en la UNLa
Con cada respiración las personas exhalan CO2, por lo que en los ambientes cerrados la proporción de CO2 en el aire aumenta a mayor cantidad de personas y mayor tiempo de permanencia; y disminuye cuando se renueva con aire fresco mediante la ventilación con el exterior. La proporción normal de CO2 en el aire atmosférico es de 400 ppp (partes por millón). A partir de valores mayores a 800 ppp se considera que el aire está viciado y hay un riesgo alto de transmisión aérea de enfermedades.

La función de SEUCOO es monitorear la calidad del aire compartido en un ambiente cerrado y advertir cuando sea necesario ventilar y renovar el aire. SEUCOO sensa permanente el CO2 presente en el aire del ambiente e indica en forma luminosa tres estados de riesgo: Bajo -hasta 700 ppp- color Verde, Medio – entre 700 y 800 ppp) color Amarillo y Alto (más de 800 ppp) color Rojo. El estado de riesgo alto también es indicado en forma sonora.

El modelo de pared pensado para aulas tiene una indicación luminosa central y el modelo de escritorio para oficinas cuenta también con una pantalla. El dispositivo cuenta con capacidad de conexión inalámbrica lo que permite el monitoreo desde otro dispositivo móvil como una computadora o celular o un forma centralizada para análisis de la calidad del aire y planificar mejoras de la infraestructura.

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