Estudiantes de la Universidad de Quilmes  contribuyen al desarrollo científico de la agricultura familiar

En colaboración con el INTA, participan en el primer entrenamiento laboral de asistentes en comunicación digital para estas organizaciones rurales.

La conexión entre la academia y la agricultura familiar es una responsabilidad compartida que abre el camino hacia un futuro más sostenible y resiliente. Créditos: Germán Gonaldi.

En una destacada propuesta conjunta entre el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), el ex-Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación, y la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), estudiantes de la licenciatura en Comunicación Social y Artes Digitales participan del primer entrenamiento laboral de asistentes en comunicación digital para organizaciones de la agricultura familiar. La convocatoria, lanzada en 2023, atrae a alumnos de diversas carreras de Comunicación, así como a productores locales hortícolas y floricultores. A lo largo de aproximadamente siete encuentros, tanto presenciales como virtuales, los participantes se sumergen en diversas temáticas relacionadas con la agricultura familiar.

 

El entrenamiento, facilitado por el Instituto de Investigación y Desarrollo Tecnológico para la Agricultura Familiar (IPAF) Región Pampeana, dependiente del INTA, tiene como objetivo mejorar las habilidades y destrezas de los participantes mayores de 18 años, fomentando su inserción laboral a través de procesos formativos teórico-prácticos.

 

La iniciativa contribuye a romper con la dicotomía tradicional entre la academia y el campo. Créditos: Georgina Lucesoli.

En esa dirección, Cora Gornitzky, comunicadora del IPAF Región Pampeana, destaca la importancia del programa  Acciones de Entrenamientos para el Trabajo: ”Buscamos incrementar las habilidades de los participantes y promover su inserción laboral, enriqueciendo sus experiencias en el ámbito rural”, dice a la Agencia de Noticias Científicas de la Universidad Nacional de Quilmes.

 

Según explica, la propuesta se caracteriza por la vinculación entre estudiantes y productores. Esto permite que cada grupo pueda compartir sus conocimientos, herramientas para comunicar y experiencias sobre la producción hortícola y florícola de la agricultura familiar. De esta forma, se van generando todo tipo de contenidos para diversas plataformas de redes sociales como Instagram, Tik Tok o Facebook, con el fin de compartir lo aprendido en los encuentros y poder difundir las producciones de cada organización.

 

De la tierra al aula

Una de las particularidades es la estrecha vinculación entre estudiantes y productores, que permite un intercambio valioso de conocimientos. En esa línea, los participantes tienen la oportunidad de compartir herramientas de comunicación y experiencias sobre la producción hortícola y florícola en la agricultura familiar.

 

“Estas acciones nos permiten poner en valor una propuesta que mejora la empleabilidad de jóvenes y adultos, les permite transitar una instancia de aprendizaje que fortalece su posición en el trabajo rural y les brinda nuevas herramientas, habilidades y destrezas para sumar a las que ya tenían en sus trayectorias como personas formadas en el trabajo rural”, explica a la Agencia UNQ Jorge Cefarelli, director del IPAF Región Pampeana.

 

Durante el proceso, los estudiantes no solo adquirieren conocimientos teóricos sobre agricultura familiar, comercialización y perspectiva de género en este ámbito, sino que además tienen la oportunidad de conocer de cerca la realidad de los productores, incluyendo las dificultades que enfrentan, como la tenencia de tierras.

 

Experiencia enriquecedora

“Podemos ver cómo cuidan la tierra, cómo cuidan su suelo, lo que les importa el trabajo que hacen a diario y cómo viven dentro del mismo espacio que trabajan”, detalla a la Agencia Naara Firpo, estudiante de la carrera de Comunicación Social de la UNQ.

 

El entrenamiento también les proporciona oportunidades adicionales fuera del aula, como la participación en la séptima Feria Provincial de Intercambio de Semillas Nativas y Criollas “Sembrando Esperanza” y el Sexto Congreso del Foro de Universidades Nacionales para la Agricultura Familiar (FUNAF).

 

Con todo, la presencia de este tipo de programas destaca la importancia de comprender y comunicar las problemáticas que enfrenta la agricultura familiar, que ocupa un lugar crucial en el sector productivo del país. El aprendizaje obtenido por los estudiantes de la UNQ no solo beneficia su desarrollo profesional, sino que contribuye al impulso de prácticas sostenibles en la agricultura familiar y fortalece  la conexión entre la academia y el campo.

 

Por Malena Torres

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