Están estigmatizando al rugby

Escribe Horacio Gerardi.

“Estigmatizar significa ofender la fama, el honor, la dignidad de una persona o una actividad, una marca difícil de borrar. Para la sociología es una característica o atributo que hace que las personas o grupos sociales que lo porta sean considerados como parte de un grupo inferior, inaceptable, negativo.”

 

Hace tres años, un grupo de jóvenes asesinó a Fernando, otro joven que fue a bailar con sus amigos a un boliche de Villa Gesell. Un crimen atroz, aberrante, que no tiene justificación alguna y debe ser castigado con todo el rigor de la ley.

Los asesinos tienen nombre y apellido, pero se los dio a conocer como “los rugbiers” por el deporte que practicaban.

Desde hace algunos años, los hechos de violencia protagonizados por una o más personas que practiquen este deporte, lleva implícita la denominación “rugbiers”, no sucede lo mismo con otros deportes o profesiones.

Soy parte del rugby desde hace 63 años, fui jugador, entrenador y dirigente en todos los niveles y llevo, con mucho orgullo, la satisfacción de ser uno de los fundadores de un club, que ya cumplió 45 años de existencia.

Los entrenadores de rugby no solo le enseñan a los chicos a jugar, también hacen hincapié en la amistad y en los valores que ayudan a formar a un individuo como persona de bien. Eso no significa que los que hayan tenido una pelota ovalada en sus manos en una etapa de su vida, orinen agua bendita ni mucho menos.

Muchos de los jóvenes que entrené o los que entrenaron otros, siguen juntándose a través de los años a comer y charlar, no importa su profesión u oficio, mantienen un fuerte vínculo de amistad.

Por si alguien se distrajo con el relato, les recuerdo que estoy en contra de todo acto reñido con la ley, cualquier sea el nivel de violencia, sea quien sea el culpable.

La magnitud y crueldad del hecho al que hago referencia, generó la aparición de un sinnúmero de panelistas, que paradójicamente solo opinan sobre el rugby.

 

Escuché decir, entre otras cosas, que los que practican rugby, son varones de clase dominante estructurados en espacio de distinción social.

Machistas moldeados por el deporte que es misógino (odio, rechazo, desprecio de los hombres hacia las mujeres).

Hay personas que tienen un preconcepto que atrasa y se quedó en el tiempo.

Nuestro club se creó con una pelota como único bien material, recibió a todos los chicos que deseaban practicar sin distinción alguna. Comenzó entrenando en parques y plazoletas. Hoy cuenta con una importante infraestructura, mérito del esfuerzo de todos los que fueron y son parte de la institución. Las dificultades económicas que pueda tener un socio para pagar su cuota, se soluciona con una beca si es necesario.

Durante la recesión por la pandemia, nuestros jugadores del plantel superior, cocinaron para llevar comida a comedores comunitarios de la ciudad. También recolectaron juguetes para entregar a los niños de barrios carenciados.

Pero no hablemos solo de lo nuestro, a principios de los años 2000, jugadores de varios clubes crearon el “Proyecto Virreyes”, un club de rugby que nació en el asentamiento Virreyes y que de allí provienen sus jugadores. Cuando consiguieron que el municipio le diera tierras para tener su cancha, construyeron vestuarios y aulas, porque el rugby trabaja en búsqueda de la igualdad de posibilidades. Hoy el Virreyes Rugby Club tiene más de 500 jugadores y compite de igual a igual con el resto de los clubes.

En 2009 nació la Fundación Rugby sin Fronteras, para promover valores que construyan la paz, tomando del rugby sus esencias más humanas. En colaboración con la Unión de Rugby de Formosa, lograron crear equipos representativos de pueblos originarios, con comunidades indígenas como los Qom, que ya cuentan con 4 clubes de buena performance y que incluyen equipos femeninos de rugby.

Los que afirman que el rugby es misógino, deberían saber que Argentina tiene más de 6.000 jugadoras y 150 árbitras. La Selección Argentina de Rugby Femenino “Las Yaguaretés” compiten en los torneos internacionales.

Varios clubes están desarrollando el Rugby Inclusivo, para personas con discapacidad intelectual y diversidad funcional de ambos sexos. Un programa de integración para que toda la familia pueda participar. Los Pumpas son el Seleccionado Argentino de Rugby Inclusivo.

 

Eduardo “Coco” Oderigo, abogado penalista y jugador de rugby, un día le propuso al director de la cárcel de San Martín, introducir el rugby para lograr que los presos que salen en libertad no reincidan, así nacieron los
Espartanos. No es necesario desarrollar toda la experiencia, basta con señalar que los presos que entrenan como Espartanos lograron bajar la reincidencia delictiva del 65% al 5% a través de los valores del deporte. Al
proyecto se unieron muchos voluntarios y empresas. El proyecto ya funciona en 50 unidades carcelarias de 15 provincias con alrededor de 2.000 jugadores entre hombres y mujeres. Equipos de distintos clubes juegan con los Espartanos. En una de sus giras los All Blacks entrenaron con ellos. Espartanos se está expandiendo a 6 países.

¿Cómo deberíamos denominar a los protagonistas de los logros que acabamos de enumerar y a los más de 105.000 jugadores que practican rugby en nuestro país? Sin lugar a dudas “ellos son los verdaderos rugbiers”

Si uno de estos días un niño de 10 años le dice a la madre que está mirando el noticiero de la tele, “mamá, me gustaría jugar al rugby” ¿Cuál consideran que sería la respuesta de la mamá?…
¿Tendría la información veraz y necesaria para evaluar la inquietud de su hijo?

Los comunicadores han sentado al rugby en el banquillo de los acusados y no se escucha a nadie que lo defienda.

Un grupo de jóvenes asesinó a Fernando, un crimen atroz, aberrante, que no tiene justificación alguna y deben ser castigado con todo el rigor de la ley.

Los verdaderos rugbiers de todo el país, queremos que se haga justicia y que los jóvenes acusados, que sean culpables, paguen por su crimen.

Pero también queremos que no se estigmatice al rugby argentino.

Horacio Gerardi

horaciogerardi@yahoo.com.ar

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