España rinde homenaje a Adolfo Suárez, presidente de la transición

Los reyes de España y las principales autoridades políticas ibéricas rindieron hoy homenaje al fallecido ex presidente del Gobierno, en la capilla ardiente con sus restos instalada en la sede del Congreso de los Diputados en Madrid.

Juan Carlos de Borbón impuso al que fuera el primer presidente de Gobierno del actual periodo democrático en España y a título póstumo, el Collar de la Orden de Carlos III, la más alta condecoración civil que se concede en el país.

El galardón reconoce a los ciudadanos que con sus esfuerzos, iniciativas y trabajos hayan prestado “eminentes y extraordinarios servicios a la Nación”.

Los reyes y su hija mayor, la infanta Elena, saludaron de manera afectuosa a todos los miembros de la familia Suárez que se encontraban en el Salón de los Pasos Perdidos, la estancia del Congreso donde ha sido instalada la capilla ardiente, informó la agencia de noticias EFE.

El monarca, visiblemente emocionado, reiteró a los periodistas que siente “una gran pena” por la pérdida de Suárez, a quien él mismo eligió para liderar el Gobierno español en 1976 y dirigir la transición política española.

Una transición que “impulsamos Adolfo y yo junto a un excepcional grupo de personas de diferentes ideologías, unidos por una gran generosidad y un alto sentido del patriotismo”, había recordado ayer el monarca en un mensaje oficial tras conocerse el fallecimiento de Suárez.

En la sede de la Cámara legislativa, los restos de quien fuera presidente del Ejecutivo fueros recibidos por el actual jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, y tres de sus antecesores en el cargo, Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero.
También asistieron a este acto los presidentes del Congreso, Jesús Posada, y del Senado, Pío García Escudero, además de los titulares del Tribunal Constitucional, Francisco Pérez de los Cobos, y del Consejo General de Poder Judicial, Carlos Lesmes.

La capilla ardiente fue instalada en la Cámara legislativa, igual que ocurrió cuando falleció en 2008 con su sucesor, Leopoldo Calvo-Sotelo, y los ciudadanos podrán despedirse de Suárez hasta mañana martes.

Suárez, presidente del gobierno español desde 1976 hasta 1981, murió ayer en Madrid a los 81 años por las consecuencias del Alzheimer que le fue diagnosticado hace más de diez años y que borró sus recuerdos.

Los restos mortales de una de las figuras clave de la España del siglo XX serán enterrados en la catedral de la ciudad de Avila junto a los de su mujer.

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