“Era en Abril” trascendió las fronteras para llevar contención a muchas más madres de bebés fallecidos en el embarazo, en el parto o después de nacer
La organización, sin fines de lucro, nació en 2007 de la mano de Jessica Ruidiaz. Tiene presencia en 17 provincias y en el exterior.
De la mano de Jessica Ruidiaz, allá por 2007, nacía en Avellaneda “Era en Abril”, una organización sin fines de lucro que busca apoyar a las madres y padres de bebés fallecidos en el embarazo, en el parto o después de nacer, brindando contención, acompañamiento profesional y creando grupos de ayuda mutua.
Hoy, 15 años después, no solo tiene presencia en 17 provincias argentinas, sino que se convirtió en la primera organización de Latinoamérica en abordar esta temática.
“Cuando empecé no existían grupos de ayuda ni profesionales especializados en el tema. Yo necesitaba ayuda, así que decidí armar un foro, con dudas, porque no sabía si era yo sola la que necesitaba ayuda o había más gente a la que pasaba lo mismo”, contó a La Ciudad la propia Jessica Ruidiaz.
El foro fue sumando gente de diversas zonas de Buenos Aires y también de otras provincias. La iniciativa crecía y personas de otros países que atravesaban por la misma problemática también querían formar parte.
“Se sumó gente de otros países de Latinoamérica, porque en esos lugares no existían grupos, no encontraban ayuda y tampoco recibían información porque éste es un tema del que no se habla para nada”, explicó Ruidiaz.
Con los años, las charlas de foro se volvieron también presenciales, aunque limitadas en cuanto a la cantidad de participantes debido a las distancias. Al respecto, la impulsora de “Era en Abril”, comentó que “era un grupo chico en ese entonces” y que “había gente que vivía cerca y podía participar”.
“Después algunos pedían reuniones en sus ciudades, así que en 2009 se me ocurrió hacer un evento para el Mes Internacional de Concientización en el Planetario y fue bastante gente para algo que era nuevo y encima el día estaba lluvioso. Decidimos que esta actividad se haga anual, pero ya no hacemos suelta de globos para cuidar el ambiente; hacemos un encendido de luces y empezamos a iluminar edificios de distintas ciudades”, añadió.
Los que vivían en el interior del país pedían replicar las reuniones, por lo que Ruidiaz decidió convocar a las mamás que quisieran ayudar, siendo los requisitos tener más de un año de duelo y haber participado de los grupos, lo que garantizaba que conocieran la mecánica de los encuentros.
“Las capacité con las herramientas que yo tenía hasta ese momento y se empezaron a sumar y replicar en las provincias y en otros países -remarcó- después este curso lo formalicé, lo hice con mucha más información, más herramientas y sobre todo el marco teórico del tipo de ayuda que brindábamos”.
El paso de seguir creciendo a nivel geográfico no demandó generar herramientas diferentes porque, según explicó, “las únicas cosas que cambian son algunas cuestiones culturales, pero muy sutiles”.
“En algunos países la religión es muy fuerte. Nosotros no trabajamos con ninguna entidad religiosa, tratamos de evitar estos temas que pueden generar conflictos, porque acá tienen las puertas abiertas todas las personas que perdieron un bebé”, puntualizó.
Más allá del lugar de residencia, sin duda este tipo de duelo afecta en general de la misma manera en todo el mundo. Por eso, en muchos países, se están realizando acciones para poder romper un tabú, que en Latinoamérica es muy fuerte.
“Pensá que en la región fuimos los primeros en hacer algo para romper este silencio y estigma, pero en países como Estados Unidos, Reino Unido o Australia vienen trabajando desde hace más años, pero en la misma línea”, dijo a La Ciudad Jessica Ruidiaz.
De hecho, la impulsora de “Era en Abril” es parte de un equipo que está trabajando con la Organización Mundial de la Salud. “Ahora justamente redactamos un documento para presentar en las ONU, para que todas las investigaciones que hicimos se bajen a organismos y ministerios de Salud de todo el mundo”, manifestó.
Proyectos
“Era en Abril” no solo trabaja en la contención de las familias, sino también a todo lo relacionado con los proyectos de ley que puedan llegar a ayudar para hacer un duelo sano.
En ese sentido, sus integrantes están trabajando con la ley de identidad para niños fallecidos en el vientre materno, que ya fue presentado entre tres y cuatro veces, pero no recibe el apoyo suficiente de los legisladores.
La iniciativa tiene tres ejes; uno es el derecho al nombre, otro es la entrega del cuerpo para una despedida digna y que se registren esas muertes para investigación, prevención y elaboración de políticas de salud, y el tercero es elaborar un protocolo para un buen acompañamiento desde el momento del diagnóstico, cuando se sabe que bebé va a morir.
“Como es un tema del que nadie habla, cuando fallece un bebé nadie sabe cómo actuar, la familia no sabe cómo acompañar, y entonces desvían el proceso de duelo y eso provoca un montón de cosas”, resaltó Ruidiaz.
Remarcó también que “hasta ahora es muy poco lo que se hace desde el Estado, porque es un tema que no es prioritario, sobre todo en los últimos años; se trata de miles de personas que sufren en soledad, sin ayuda adecuada, después de pasar por muchos psicólogos”.
Lo importante es la contención con información, por eso es importante que se trabaje con las asociaciones de padres, porque todos los duelos son distintos, con enorme impacto en los padres y durante muchos años.
“Nos gustaría trabajar en equipo, pero las iniciativas que hubo hasta ahora, nos dejan afuera -agregó- nosotros estamos trabajando en este tema desde hace 15 años con la OMS y la ONU, que realmente tiene el tema como prioridad”.
Finalmente, Jessica Ruidiaz dijo que “hay que empezar a visibilizarlo porque es algo que afecta a toda la familia” y convocó a todos los interesados a sumarse a “Era en Abril”, a la que podrán contactar por las redes sociales o mediante el mail eraenabrilong@hotmail.com. / www.eraenabril.org