Enric Mascarell: “Arriba del karting, me siento como un campeón”

Con apenas 7 años de edad, el pequeño wildense Enric Mascarell ya comienza a asomarse como una de las promesas del automovilismo.

En la actualidad, compite en la IAME Series Argentina para sumar experiencia, divertirse y compartir con su familia lo que ya se transformó en una pasión.

El primer contacto con los kartings fue a los cinco años, cuando ni siquiera había ingresado a la primaria. Su padre, Fabián, es mecánico y en 2021, tras estar hospitalizado con Covid, pensó en alguna actividad que pudieran hacer en familia. Fue así que decidió comprar un karting para disfrutar con Enric los fines de semana.

“Esto empieza en 2021, cuando me agarra Covid y quedo internado 10 días sin poder ver a nadie -recuerda Fabián- y mi promesa era que cuando saliera quería hacer algo que podamos hacer en familia”.

“Estando internado compré un karting para ver si le gustaba y lo llevé al taller para que diera una vuelta, después probó en la escuelita hasta que lo llamaron de IAME para que fuera a hacer una prueba y quedó dentro de la categoría, que si bien es una categoría escuela, es la más importante del país”, resumió el papá del joven piloto.

Ni bien se subió, el joven piloto de Wilde les dijo a sus padres que quería correr, porque “arriba del karting, me siento como un campeón” dijo a La Ciudad el propio Enric.

Enric es un nene normal, con las mismas actividades de cualquier chico de su edad, pero con una diferencia: con apenas siete años, se sube a karting y maneja a una velocidad considerable a cuatro centímetros del suelo.

Evidentemente, su vida está signada por los vehículos de cuatro ruedas. De hecho, antes andaba en cuatriciclo, pero no pudo aprender a andar en bicicletas sin las “rueditas”.

Fabián sabe que el automovilismo es un deporte al que hay que dedicarle muchas horas, pero tampoco permite que su hijo se pierda las cosas inherentes a su edad.

“Creo que le hice quemar etapas muy rápidamente también, pero a él le gusta. Antes de cada carrera le preguntamos si quiere correr o no”, sentenció Fabián dejando bien en claro que seguirá en el automovilismo mientras Enric quiera y lo haga feliz.

Casi sin querer, y tomándolo como algo natural, Enric va aprendiendo en la práctica distintas leyes de la física que a otro pequeño de su edad le resultaría difícil de entender.

A su corta edad, observa una carrera y, mientras otros solo ven pasar autos, él está viendo el radio de giro o la distancia de frenado, entre otras cosas.

“Me gustaría correr en pista”, confesó Enric, soñando con ser uno de los tantos vehículos que ve pasar por la pantalla.

Entrenamiento
El entrenamiento de Enric, por su edad, es solo sobre el karting, una o dos veces en el mes, depende el circuito en el que va a correr, que puede ser en el kartódromo de Buenos Aires, en Ciudad Evita o en Zárate.

“El que más me gusta es el de Buenos Aires porque tiene algunas cosas que el de Ciudad Evita no, como por ejemplo las tribunas y algunas curvas”, explicó Enric, agregando que le gusta correr en pistas con “poquitas curvas”.

La mamá y el papá son sus primeros simpatizantes que alientan desde la tribuna, y algunas veces también concurren los abuelos. “Lo primero que hacen después de la carrera es felicitarme”, contó el pequeño que cursa sus estudios primarios en el Colegio Kennedy.

“Yo invitaría a los chicos a andar en karting porque la sensación es única”, dijo Enric, quien también practica tenis en el club Sudamérica.

Finalmente, Enric agradeció a todos aquellos que lo apoyan constantemente, entre ellos a “Ricardo Martinoglio de Lusqtoff Racing; Tato Machuca, Emilia Caputo, mis abuelos, Casa Ferraro, Antonella Tedesco, Lucas Rodríguez, Salvador Parisí y Luciana Andujar de IAME Series Argentina”.

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