“¡En tu Nombre echaré las redes!”

Reflexiones de Mons. Rubén Frassia, Obispo de la Diócesis de Avellaneda – Lanús.

El obispo de Avellaneda-Lanús, monseñor Rubén Oscar Frassia, se refirió al Evangelio del quinto domingo del año y explicó que «Este Evangelio nos muestra qué es la vocación: cómo el Señor nos convoca, cómo nos llama, cómo se revela y cómo nos da una misión. Todos nosotros estamos llamados y tenemos una vocación pero nos cuesta descubrirla porque, a veces, no tenemos la voluntad de darnos cuenta pero ¡todos tenemos una vocación!».

«Estamos llamados a la vida. Estamos llamados a la vida cristiana. Pertenecemos a la Iglesia. La Iglesia nos reúne, nos convoca en nombre de la Trinidad: del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Todos estamos reunidos porque Dios nos llama y todos tenemos una misión.»

«Esta misión es para cada uno de nosotros, es decir todos. Y cada uno tendrá que desarrollarla, desempeñarla, mostrarla, expresarla, concretarla; tendrá que comprometerse a ella porque es una gracia de Dios.»

«Es importante pensar que si Dios irrumpe en nuestra vida, él nos da su amistad, su gracia; él hace posible lo que para nosotros sería imposible. Por la gracia de Dios soy lo que soy, y la gracia en mí no ha sido en vano.»

En la vida cristiana y en la Iglesia, el alma del apostolado es la llamada de Dios, es la gracia, que nos da la fuerza para llevarla a término, para concretarla, para vivirla para entregarla, para comunicarla a los demás. El mensaje es el anuncio que uno recibe y lo comunica. Cuando uno está claro y convencido en esto, se da cuenta que los frutos son extraordinarios.»

«Pedro, ese avezado pescador, sabía muy bien que no había pesca porque habían estado toda la noche y no pescaron nada, se lo dice a Jesús pero también le dice “si Tú lo dices, en tu nombre voy a echar las redes”. Así lo hicieron y sacaron tal cantidad de peces “que las redes estaban a punto de romperse”».

«La vocación es libertad que alcanza la verdad y así se torna segura. Todos nosotros tenemos que concentrar la fuerza sobre la verdad. Cuando concentramos la fuerza sobre la verdad de Aquél que nos envía, vamos a recoger abundantes frutos y todo será centuplicado.»

«Para que podamos llevar adelante nuestra vocación, tenemos que saber que es El quien nos llama, nos envía, nos acompaña y está en cada uno de nosotros. No en vano Jesús nos dijo “Yo soy el camino, soy la verdad y soy la vida”. El apóstol que tiene en cuenta a Cristo como camino, como verdad y como Señor de la vida, va a tener éxito en su vida y fecundidad en su apostolado. Pero si al apostolado, o su vida, la hacen depender solamente de sus capacidades, se va a hundir. Se hundirá porque quiere hacerse protagonista principal, pero el protagonista principal es el Señor.»

«Vamos a pedirle esta gracia, y así como Pedro se dio cuenta que era el Señor, “¡aléjate de mi Señor porque soy un pecador!”, que también nosotros le demos gracias porque si el Señor nos llama, él nos da la fuerza para cumplir con nuestra misión.»

«Quiera el Señor que no tengas miedo y puedas vivir en serio esta vocación, esta tarea y esta misión.»

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