La actual gestión llevó adelante un paquete de medidas sociales y económicas con el fin de reducir las consecuencias negativas en la actividad económica afectada por las restricciones impuestas a la circulación de personas. Para ello, el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) asistió a todas aquellas personas con imposibilidad de trabajar a causa de la emergencia sanitaria y sostuvo la demanda de alimentos evitando un mayor crecimiento de la pobreza e indigencia y el desempleo. De igual modo, las empresas que mermaron su actividad por el riesgo sanitario fueron beneficiadas por los ATP. Al mismo tiempo, que se lanzaron diferentes líneas de créditos subsidiados por el Estado nacional, con el fin de financiar a las empresas que sufrieron el impacto de la cuarentena. Asimismo, la doble indemnización establecida desde el inicio del actual gobierno evitó que la tasa de desempleo aumente de manera súbita. En este marco, la tasa de crecimiento de los salarios medios se vio afectada de manera significativa. En consecuencia, las políticas económicas ejecutadas permitieron amortiguar la contracción de la demanda. Por lo mismo, por parte de la oferta, se evitó el cierre de cientos de miles de establecimientos productivos y sus consecuencias sobre el mercado de trabajo, como resultado de las medidas económicas llevadas adelante. Por ello, la pérdida de empleo experimentada por la economía argentina, en un contexto de pandemia, fue una de las más bajas que se hayan registrado a nivel regional y mundial, como resultado de las medidas descritas anteriormente. |