En medio de la presión popular, la Junta Militar egipcia decidió adelantar la entrega del poder

La Junta Militar y partidos políticos egipcios acordaron la formación de un gobierno de salvación nacional y celebrar elecciones presidenciales antes del 30 de junio, luego de cuatro días de protestas contra el gobierno militar que dejaron 36 muertos y un millar de heridos.

La información, inicialmente proporcionada por representantes políticos que asistieron a una reunión realizada más temprano con la Junta Militar, fue confirmada luego por cadena nacional por el jefe del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, el mariscal de campo Mohamed Hussein Tantawi.

Tantawi también dijo que las fuerzas armadas “están dispuestas” a convocar a un referendo para la transferencia inmediata del poder a una autoridad civil “si el pueblo así lo reclama”, exigencia que condensa las demandas de los miles de egipcios que abarrotaron las calles de varias ciudades en estos últimos días.

Sin embargo, Tanatwi, que preside el órgano que dirige el país desde la renuncia del presidente Hosni Mubarak, el pasado 11 de febrero, defendió la actuación de las fuerzas de seguridad, criticadas por la feroz represión contra las manifestaciones, y recalcó que la “autoridad militar” fue “muy tolerante”.

El acuerdo contempla asimismo mantener el inicio de los comicios legislativas en su fecha prevista del próximo lunes y la aceptación de la dimisión presentada ayer por el gobierno del primer ministro Essam Sharaf, dijeron líderes políticos presentes en la reunión y citados por la agencia de noticias ANSA.

Además incluye el cese de la violencia contra los manifestantes, el respeto al derecho a las protestas pacíficas y la liberación antes del sábado de todos los detenidos en las protestas.

La oferta de los militares, sin embargo, no satisfizo a decenas de miles de manifestantes que, por cuarta jornada, permanecían al caer la noche en la plaza Tahrir de El Cairo para exigir la renuncia inmediata de la Junta o, caso contrario, lanzar una “segunda revolución” como la que derrocó a Mubarak.

En el marco de una convocatoria bajo el lema de “marcha del millón”, los manifestantes portaban pancartas y cantaban consignas contra la Junta y en particular contra su jefe máximo, como “el pueblo quiere la caída del mariscal”, “él se va, nosotros nos quedamos”.

La oferta militar modifica sustancialmente el panorama político egipcio tal como había quedado definido tras la caída de Mubarack, cuando la Junta que lo sucedió planteó vagamente una transferencia del poder tras elecciones presidenciales a fines de 2012 o principios de 2013.

Los militares hicieron la concesión menos de una semana antes de los primeros comicios parlamentarios desde que Mubarak fue derrocado hace nueve meses tras un largo gobierno, unos comicios programados para efectuarse en forma escalonada a lo largo de tres meses.

“Nuestras exigencias son claras. Queremos que el consejo militar renuncie y entregue la autoridad a un gobierno de salvación nacional con autoridad plena”, dijo en la plaza Tahrir Khaled El-Sayed, miembro de la Coalición Juvenil Revolucionaria y candidato en los próximos comicios parlamentarios.

Previo al acuerdo logrado este martes y en medio de la creciente efervescencia política, al menos tres personas murieron y otras 80 resultaron heridas en diversos enfrentamientos en El Cairo y otras ciudades egipcias.

Los principales choques entre manifestantes y las fuerzas de seguridad se produjeron en la ciudad de Ismailiya, en el noreste del país, informaron fuentes médicas.

Las fuerzas de seguridad reprimieron las protestas registradas en la madrugada utilizando balas de goma y gas lacrimógeno, provocando la muerte de tres personas y heridas a unas 60.

Los otros enfrentamientos, en los que hubo unos 20 heridos, se registraron en la mañana en la plaza Tahrir, donde volvieron a chocar manifestantes con las fuerzas de seguridad.

El Ministerio del Interior dijo este lunes que al menos 22 personas murieron y más de 1000 resultaron heridas desde el inicio de los disturbios en El Cairo, el viernes.

Sin embargo, fuentes de morgues y activistas opositores dicen que los muertos fueron al menos 36.

Un total de 38 grupos opositores convocaron a la “marcha del millón” de este martes para obligar al gobierno militar a traspasar el poder a un gobierno civil.

Los influyentes Hermanos Musulmanes, grupo islamista que presuntamente obtendría buenos resultados en las elecciones parlamentarias que comenzarán el próximo lunes, no participaron en la movilización.

Este lunes, presionado por la magnitud de las protestas, el gobierno de transición del primer ministro Sharaf anunció su dimisión, mientras los militares llamaron a los partidos políticos a solucionar juntos la crisis, convocatoria que fue aceptada de inmediato por los Hermanos Musulmanes.

“La única forma de salir de la crisis es cumplir las demandas justas de los manifestantes, celebrar elecciones parlamentarias a tiempo y establecer un calendario para la transferencia del poder antes de mediados de 2012”, señaló la agrupación islamista en un comunicado.

Las protestas de este martes coincidieron con la publicación de un documento de Amnistía Internacional (AI) en el que afirma que el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas egipcio “ha fracasado completamente” en su intento de mejorar la situación de los derechos humanos en el país.

“Con el uso de los tribunales militares para juzgar a miles de civiles, la represión contra protestas pacíficas y la extensión de la vigencia de la Ley de Emergencia de Mubarak, el Consejo Supremo continuó con la tradición de mandato represivo contra el que los manifestantes del 25 de enero lucharon duramente”, declaró el director del AI para Medio Oriente, Philip Luther.

noticias relacionadas