“En la cumbre del G-20, Argentina defenderá el crecimiento vinculado a la inclusión social”

El canciller Héctor Timerman aseguró hoy que en la próxima Cumbre del Grupo de los 20, que se realizará en Corea del Sur en noviembre, “la posición de la Argentina será no sólo defender el crecimiento sino que ese crecimiento esté vinculado a la distribución equitativa y a la inclusión social”.

Al participar del lanzamiento del IV Encuentro Internacional de Economía Política y Derechos Humanos, en la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo, Timerman dijo que “vamos a hacer ronda de consultas con los países vecinos para llevar su voz al G-20”.

En ese sentido indicó que “la semana pasada me reuní con el canciller de Bolivia, David Choquehuanca, y hablamos de este tema, y antes había hecho lo mismo en Paraguay”, y refirió que “desde 2003 la economía estuvo en este país al servicio de la gente”.

En el G-20 la Argentina planteará también “el aumento del capital de los bancos mundiales para el desarrollo, la paridad de poder de voto en el Banco Mundial; la necesidad de salir de deudas no con más deuda y ajustes fiscales, como pasó en Grecia; el empleo como centro de las preocupaciones”, refirió el canciller.

Además pedirá “la creación de un fondo mundial para el empleo, como lo plantea la OIT (Organización Internacional del Trabajo), la reformulación del financiamiento internacional para el beneficio de la seguridad social y la capacitación de desocupados y la liberación de recursos para inversiones”, completó Timerman.

Para el diplomático “el G-20 tiene que tener mayor representatividad para democratizar la agenda económica internacional”, y agregó que “tiene que haber crecimiento sustentable con un achique en la brecha de desarrollo de los países”.

Señaló que en 2008 “la Argentina introdujo en el G-20 temas no prioritarios para los países centrales, como la generación de empleo, la disminución del proteccionismo, los cambios en el sistema financiero, la disminución de la pobreza, el trabajo sobre cambios climáticos y la necesidad de que el G-20 no sea indiferente a temas vinculados a la violación de los derechos humanos”.

Timerman contó que “según el Banco Mundial por la crisis internacional 50 millones de personas quedaron en la extrema pobreza y esa cifra ascenderá a 64 millones a fines de 2010”.

Recordó que la crisis financiera global de 2008 “obligó a cambiar una fórmula reducida que aplicaba a las economías los países desarrollados” y señaló que “hay que adecuar a los organismos internacionales, especialmente los financieros”.

“El Fondo Monetario Internacional debe incrementar la voz de los países en desarrollo”, manifestó el canciller, y puso como ejemplo que “no puede ser que Bélgica tenga una cuota mayor de participación en el FMI que India”.

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