El Teatro Roma será restaurado en su totalidad

Las obras comenzarán con el cierre de la temporada 2012

El cierre de la temporada 2012 del Teatro Roma no será fin de un ciclo más, sino el comienzo de una nueva etapa. Cuando el telón baje sobre el escenario en la última función del coliseo de Avellaneda, la Municipalidad iniciará una importante obra de restauración con el objetivo de preservar uno de los lugares más emblemáticos para la historia de la ciudad.

«La obra es encarada gracias a la decisión del Intendente Jorge Ferraresi de reacondicionar el Teatro. En estos momentos se está trabajando en el anteproyecto a través de la Secretaría de Obras y Servicios Públicos», aseguró el titular de Cultura, Educación y Promoción de las Artes, Antonio Hugo Caruso.

Las obras de remodelación y puesta en valor del edificio y de cada uno de los sectores comenzarán en diciembre y se extenderán por seis u ocho meses, por lo cual las actividades habituales serán distribuidas entre los distintos espacios culturales del Municipio.

«Vamos a tratar de centralizar las actividades del Roma en otros ámbitos como ser el Auditorio Rodríguez Fauré, la Casa de la Cultura o el Centro Cultural Barracas al Sud, entre otros, para no resentir el servicio que se le brinda a la comunidad desde esta dependencia».

En ese sentido, cabe destacar que la Orquesta Sinfónica Municipal mantendrá su calendario y hará temporada en distintos lugares de Avellaneda.
 
La obra
Los trabajos de restauración en el Teatro abarcarán a todos los sectores, incluyendo donde funcionaba hasta hace poco tiempo el Instituto Municipal de Música y que ahora fue anexado al Roma.

La sala principal será puesta en óptimas condiciones para asegurar un mejor confort de los espectadores. En ese marco, se trabajará en el reacondicionamiento de las butacas, las alfombras y la mampostería. «Todos los trabajos serán realizados respetando el estilo arquitectónico original», informó el titular de Cultura.

Los palcos que engalanan la sala desde las alturas recibirán el mismo trato, para recuperar los valores estéticos y para conservar los aspectos históricos que los acompañaron por más de cien años.

El escenario, el hall de entrada y el Salón Dorado también tendrán su «cara nueva» pero con la impronta que los vio crecer. Se les realizarán tareas de mantenimiento y los arreglos que sean pertinentes para mejorar la estética sin perder valor histórico.

En tanto, el sector de camarines será reacondicionado para aumentar la comodidad de los artistas y para que esté apto para grandes producciones como, por ejemplos, las óperas.

En los «altos del Roma», donde funcionan el Salón de los Encuentros y el Museo de Artes Plásticas, se trabajará en la refuncionalización de ambos sectores, tanto para las muestras que allí se desarrollan, como los espectáculos que se brindan en el «escenario menor» del Teatro.

Los cambios sustanciales se darán en el sector anexado hace pocos meses, donde anteriormente funcionaba el Instituto de Música y que ahora acoge al sector administrativo del Roma.

Allí, se van a mejorar los baños y se renovará la sala de estudios existente, el cual será destinado al ensayo de la Sinfónica, de las orquestas Juvenil y de Tango, y de diversas obras teatrales.

Con esta mejora sustancial, los elencos podrán ensayar sin alterar el funcionamiento del escenario mayor. Además, el nuevo lugar será apto para conferencias, disertaciones y talleres.

Un teatro con historia
El «Roma» aún sigue siendo uno de los lugares más representativos, no solo para el vecino de Avellaneda, sino para aquel amante de la lírica que encuentra en él una alternativa importante detrás del Colón de la Ciudad de Buenos Aires o del Argentino de La Plata.

Inaugurado el 1 de octubre de 1904 por la Sociedad Italiana de Socorros Mutuos, el Roma estrenó su escenario con la obra «Papá Lebonnard», a cargo del italiano Emette Novelli.

Dicha construcción, contaba en ese momento con 400 plateas, hasta que en 1925 se amplió la capacidad de la sala y se agregaron dependencias de usos complementarios.
Promediando los años ’40, el Teatro Roma pasó a ser el Coliseo Municipal luego de que el gobierno comunal alquiló la sala por iniciativa del Teatro experimental de Avellaneda.

Promediando la década del 50, el director de Cultura de ese entonces, Norberto Folino, le pidió al pintor Ismael Chiarón el reemplazo de algunos retratos originales existentes en las aberturas de la cúpula.

Sin embargo, al poco tiempo, llegaría la denominada Revolución Libertadora y mandó a cubrir la obra con pintura gris.

Tras varios años, en 1973, la Municipalidad de Avellaneda promulgó una ordenanza por la cual declaró al Teatro de «utilidad pública» y sujeto a expropiación, hecho que ocurrió recién en 1980.

Ese año el municipio compró el teatro y, con las obras de remodelación de 1984, el «Roma» amplió su aforo a 500 personas y adquirió la acústica que hoy lo caracteriza.

En tanto, en 1991, el Senado y la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires sancionaron la Ley 11.108; mediante la cual se lo declaró monumento histórico y se lo incorporó al patrimonio cultural.

Entre las figuras que desfilaron por su escenario, se destacan Carlos Gardel, Alejandro Barletta, Angelina Pagano, Azucena Maizani, Alfredo Alcón, Roberto Rufino, Cacho Tirao, China Zorrilla, Enrique Cadícamo, María Rosa Gallo, María Luisa Robledo, Ulises Dumont, Ariel Ramírez y Domingo Cura.

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