El Reino Unido quedó aislado de Europa en el cierre de la cumbre contra la crisis

Todos los socios europeos apoyaron en Bruselas el pacto para reforzar la disciplina fiscal, menos el gobierno de David Cameron. Durante 48 horas, los líderes del bloque buscaron las medidas más apropiadas para salir de la crisis económica que tiene a Grecia y a España como las más afectadas.

El Reino Unido quedó hoy en soledad luego de rechazar el pacto europeo para reforzar la disciplina fiscal y salir de la crisis después de que todos los demás socios europeos expresasen su disposición a sumarse al acuerdo, incluidos Suecia, República Checa y Hungría.

“Todos los países no miembros de la eurozona menos uno están considerando su participación”, señaló el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, al término del encuentro de dos días que celebraron en Bruselas los jefes de Estado y de Gobierno de la UE.

Bulgaria, Dinamarca, Letonia, Lituania, Polonia y Rumanía ya habían expresado a primera hora de la mañana su intención de sumarse al proceso, mientras que Suecia, República Checa y Hungría dijeron poco después que harían lo mismo tras consultar con sus respectivos parlamentos, como recoge el documento final de conclusiones de la cumbre de líderes europeos.

El primer ministro británico, David Cameron, cumplió sus amenazas de bloquear una solución a Veintisiete si ésta no incluía los intereses del Reino Unido.

Los reclamos británicos por el miedo a quedar excluido de la regulación financiera de la UE fueron definidos como “inaceptables” por el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y resultaron en el aislamiento de Cameron, quien se fue tras la cumbre sin hacer declaraciones a la prensa.

Hungría insistió en que, si bien necesitaba confirmación de su Parlamento antes de sumarse al proceso para reforzar la disciplina fiscal, su posición no se situaba en la misma línea que el Reino Unido.

Más allá de los problemas de forma, los Veintisiete sí lograron un acuerdo para acelerar un año la entrada en vigor del fondo de rescate permanente y combinarlo hasta mediados de 2013 con el fondo temporal, así como transferir al Fondo Monetario Internacional 200.000 millones de euros para ayudar a países en crisis

También hubo consenso sobre el pacto de disciplina presupuestaria, que consagra la “regla de oro” para que los países no tengan déficit estructurales anuales superiores al 0,5% del PBI, que además se incluirá en las constituciones de los países o en legislaciones equivalentes.

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