“El refugio es un acto pacífico, no político”

El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, defendió ayer la decisión del gobierno argentino de concederle refugio al ciudadano chileno Galvarino Apablaza Guerra y señaló que esa determinación no implica que se “cuestione al estado democrático de Chile ni mucho menos”.

“El refugio es un acto pacífico y humanitario, no político”, sostuvo Fernández en declaraciones a radio La Red, en las que señaló que -según el expediente judicial- “no hay ningún elemento” que vincule a Apablaza con los hechos que Chile le imputa.

El lunes, el gobierno chileno presentó una protesta formal por la decisión argentina de no otorgarle la extradición a Apablaza, por medio de una nota entregada al embajador argentino en Santiago de Chile, Ginés González García.

“Cada día que pase, las cosas van a ir tomando su cauce natural y van a ir al lugar que corresponde. El refugio nace en la Edad Media y, según la Convención de Ginebra, un refugiado es una pesona que tiene temor fundado, ya que fue perseguido en su país por razones políticas, de raza, o religión”, dijo el funcionario.

Para Fernández, la decisión de concederle el refugio en el país “no significa que uno cuestione al estado democrático de Chile ni mucho menos, ni afirmar que en la actualidad el estado de Chile puede ejercer persecusiones contra alguna persona”.

“Simplemente, los elementos que exige la propia ley no están”, afirmó el jefe de los ministros y agregó que -según el expediente judicial- “no hay ningún elemento que indique la participación de Apablaza” en el asesinato del senador Jaime Guzmán y del secuestro de un empresario periodístico.

Fernández defendió asimismo el trabajo que realizó la Comisión Nacional para los Refugiados (Conare), un organismo interministerial, con “mucho prestigio internacional, y utilizado incluso como adiestramiento de comisiones de otros países”.

Fernández explicó que -ante la justicia- Apabalza “dice que no participó ni directa ni ideológicamente de los delitos que se le imputan”, y que la “única evidencia presentada por Chile” es una revista clandestina del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, en la que un comandante -“supuestamente con el nombre de guerra de Apablaza”- reivindica los hechos.

En tanto, confirmó que la esposa de Apablaza “trabaja desde el 2005 en el gobierno, como traductora en el área de medios”, pero afirmó no conocerla personalmente y aclaró que “no tiene ninguna relación con el gobierno”.

Por último, mencionó dos casos análogos: el de Patricio Ortiz Montenegro, que también perteneció al Frente Patriótico Manuel Rodríguez, y fue refugiado en Suiza, pese a tener una condena a 10 años de prisión por la muerte de un carabinero.

También citó el caso del etarra José María Lariz Iriondo: en 2005, la Corte Suprema de Justicia decidió no concederle la extradición a España, argumentando la “protección de los derechos humanos tanto de las víctimas como de los imputados, incluso en el campo de la cooperación internacional”, dijo Fernández.

Finalmente, rechazó las declaraciones del senador chileno de la Unión Demócrata Independiente, Andrés Chadwick, quien dijo que el gobierno kirchernista no extraditaba al ex guerrillero “por un tema electoral, por miedo a Hebe de Bonafini y porque las organizaciones de izquierda no los voten el año que viene”.

“Hablemos seriamente. El refugio es una cosa seria, muchos argentinos han salvado su vida por él. No hay que hablar tan ligero”, pidió.

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