El costo del pase surge de la suma que pide Boca por la rescisión de su contrato (le quedan dos años), 2.100.000 dólares, menos el 1.300.000 que le debe al futbolista.

“Eso es si Román quiere jugar en la Argentina -le dijo la fuente a Télam-. Si se va a otro país, no habrá ninguna clase de resarcimiento económico”.

Lo cierto es que la novela de la salida de Riquelme, iniciada en la madrugada del 5 de julio tras la derrota en la final de la Copa Libertadores ante Corinthians, en San Pablo (“me voy de Boca, me siento vacío”, dijo entonces el 10), sigue inconclusa, y el deseo del presidente de Boca, Daniel Angelici, es encontrarle un final.

El plazo que puso Angelici es de 48 horas. El máximo dirigente de Boca interrumpió sus vacaciones en familia en Italia, desde donde regresó ayer por la mañana, y busca soluciones antes de emprender una nueva partida, el sábado a primera hora.

En la reunión que el titular boquense mantuvo anoche con los integrantes de la Comisión Directiva se acordó una posición firme para resolver el conflicto, pero no al punto que indicaban las versiones de intimar al jugador a través de fórmulas legales.

“Es verdad que queremos solucionar este tema, pero nunca se habló de la idea de un ultimatum a Román”, agregó la fuente a Télam.

Al descartarse los ofrecimientos del fútbol de Brasil (Flamengo y Cruzeiro), donde se cierra el libro de pases el viernes 20 de este mes, Riquelme habría sido tentado de Tigre y Rosario Central a partir de la amistad que lo une con Rodolfo Arruabarena y Miguel Angel Russo, técnicos respectivos de ambas instituciones.

Aunque no está confirmado, Angelici daría mañana una conferencia de prensa para exponer públicamente la posición del club, y también hay rumores sobre la intervención del propio Román.

Mientras tanto el mundo Boca sigue girando y, ante la ausencia abrupta del arquero Sebastián Sosa, que se fue a Vélez Sarsfield, la prioridad del DT, Julio César Falcioni, es encontrarle un reemplazante, toda vez que el titular, Agustín Orión, está lesionado y tendrá para varios meses de recuperación.

Caída la opción del arquero de Lanús Agustín Marquesín (Boca no acepta incluir al delantero Lucas Viatri en la operación), ahora aparece Enrique Bologna, de Banfield, aunque su nuevo presidente, Eduardo Spinosa, anticipó su negativa a la cesión.

Los nombres que quedan son los de Oscar Ustari (libre del Getafe de España pero representado por Claudio Curci, nombrado persona no grata en Boca tras el caso Facundo Roncaglia); Pablo Migliore, del caótico San Lorenzo, y Fernando Monetti, de Gimnasia La Plata.

Un allegado a Falcioni afirmó esta mañana en Ezeiza que la gira que Boca empieza el lunes por Colombia y Venezuela, será de prueba para Sebastián D`Angelo (23 años), habitual arquero de Reserva y todavía sin debutar en la Primera División.

En el camino inverso ya está concretada la cesión del delantero Sergio Araujo al Barcelona B de España (500 mil euros por un préstamo de un año y una opción de ocho millones); y se esperan ofertas por otro atacante, Pablo Mouche, que manifestó repetidas veces su voluntad de buscarse otro destino.

“Si se va Mouche que se quede Viatri; si se va Viatri que se quede Mouche”, fue la exigencia planteada por el entrenador.

El plantel, en tanto, siguió hoy con sus entrenamientos en doble turno en el predio de la AFA en Ezeiza: hubo trabajos en la arena y fútbol reducido por la tarde.

Los jugadores quedarán concentrados hasta el sábado al mediodía para luego volver el domingo por la noche y el lunes a las seis de la mañana embarcarán a Colombia.

Allí, Boca jugará el miércoles 25 a las 19.45 ante Millonarios en el Campín y el 27 en el mismo lugar ante Independiente Santa Fe.

Luego viajará a Venezuela, donde en Puerto La Cruz será rival de Deportivo Anzoátegui; y un día más tarde cerrará la gira ante Atlético Venezuela.