El policía acusado de asesinar al futbolista Lautaro admitió haber disparado varias veces

El policía acusado de haber matado al futbolista Lautaro Bugatto, asesinado el domingo de un tiro por la espalda en Burzaco, admitió este lunes ante la Justicia haber disparado su pistola reglamentaria pero para repeler la agresión armada de dos delincuentes que asaltaban a sus familiares.

Por su parte, el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, la ministra de Seguridad de la Nación, Nilda Garré, y el ministro de Justicia y Seguridad provincial, Ricardo Casal, condenaron este lunes el accionar del imputado y expresaron su consternación y dolor por lo ocurrido con el jugador del club Banfield.

Fuentes judiciales informaron a Télam que el oficial David Benítez (32) fue indagado este lunes en horas de la tarde por el fiscal Juan José Vaello, quien le imputa el delito de “homicidio simple con dolo eventual”, que prevé una pena de entre 8 y 25 años de prisión.

Luego de concluida la indagatoria, el juez de Garantías de Lomas de Zamora, Gabriel Vitale, convalidó el pedido de detención formal presentado por el fiscal Vaello, por lo que el policía continuará preso, dijeron los informantes.

Según las fuentes, Benítez admitió ante el instructor de la causa que él tiró con su pistola reglamentaria porque primero le dispararon dos delincuentes que asaltaban a su hija y su hermana.

Si bien no precisó cuántos disparos efectuó, el acusado indicó que cree que hirió a ambos asaltantes de un balazo cada uno, señalaron los voceros.

Las fuentes dijeron a Télam que Benítez sostuvo que al momento de tirar no observó a ninguna persona en las inmediaciones y que recién advirtió que había una persona herida en el lugar cuando escuchó los gritos de auxilio de la madre de ésta.

Benítez dijo también que no está en condiciones de poder reconocer a los asaltantes ya que uno de ellos tenía el rostro tapado y al otro no lo alcanzó a ver bien, añadieron los voceros.

En tanto, el fiscal aguardaba los resultados de los peritajes balísticos que determinarán si el proyectil encamisado extraído del cuerpo de Bugatto (20) fue disparado por la pistola calibre 9 milímetros secuestrada a Benítez.

Además, los peritos cotejarán esa arma con las siete vainas de dicho calibre incautadas en la escena del crimen.

“Siento indignación, consternación, mucha bronca, porque obviamente no es ni la policía que queremos ni es nuestra policía de seguridad”, dijo este lunes por la mañana a la prensa el gobernador Scioli al ser consultado sobre el crimen del futbolista.

Por su parte, la ministra Garré cuestionó el denominado “estado policial” que obliga a todos los efectivos a llevar sus pistolas reglamentarias las 24 horas y, en ese sentido, recordó que desde que era diputada nacional impulsa la iniciativa para que los policías no estén armados cuando se encuentren fuera de servicio.

“Es un tema para discutir y generar entre los policías una conciencia distinta sobre cuándo es adecuado el uso del arma”, explicó Garré.

Mientras que el ministro Casal aseguró que Benítez había recibido el 21 de marzo último “un reentrenamiento obligatorio” en el que se trabaja sobre “un protocolo” de uso de armas.

Por otro lado, los restos de Bugatto fueron velados desde el domingo por la noche en la sede del club Banfield e inhumados este lunes durante el mediodía en el cementerio de Longchamps.

“Este hecho no tiene absolutamente nada que ver con la inseguridad. Esto fue un asesinato cometido por un individuo perteneciente a la maldita Policía Bonaerense”, dijo Mónica, una tía de Bugatto.

El crimen de Bugatto se registró el domingo, cerca de las 3, en el cruce de avenida Monteverde y Pedro Goyena, en la localidad de Burzaco, partido de Almirante Brown, en la zona sur del conurbano.

Todo comenzó cuando Benítez, que estaba franco de servicio y vestido de civil, se desplazaba a bordo de su Renault 12 junto a su esposa, mientras que delante del auto su hija menor de edad y su hermana se movilizaban en un ciclomotor marca Zanella.

Según las fuentes, los familiares de Benítez denunciaron que dos delincuentes armados quisieron robar el ciclomotor, por lo que el policía se resistió con su arma reglamentaria y efectuó varios disparos hacia los asaltantes.

Aparentemente, uno de estos balazos impactó en el cuerpo de Bugatto, quien estaba ubicado a unos 30 metros de distancia.

Al momento de los disparos, la víctima se encontraba en la puerta de su casa junto a un hermano y dos amigos con los que iba a salir a bailar en su Peugeot 206 gris.

Bugatto recibió un tiro en la espalda, por lo que sus amigos lo cargaron en el auto y lo llevaron hasta la Clínica Burzaco donde murió poco después.

Luego de los disparos, Benítez fue aprehendido en el lugar del hecho por otros efectivos que arribaron alertados de lo ocurrido, aunque Sabrina, prima de la víctima, aseguró este lunes a la prensa que el sospechoso “se quiso escapar”.

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