El pianista de Avellaneda Marcelo Baldonedo ganó el premio «Estrella de Mar»

Fue por el espectáculo teatral «Mil Palabras a la Redonda», que compone junto el actor y escritor Daniel Roncoli. El prestigioso artista local es también director del Instituto Municipal de Música y la voz del estadio de Arsenal de Sarandí.

El espectáculo teatral «Mil Palabras a la Redonda» que llevan adelante el actor y escritor Daniel Roncoli con el músico de Avellaneda Marcelo Baldonedo fue galardonado en Mar del Plata con el reconocido premio «Estrella de Mar» como mejor obra de teatro off de la temporada veraniega.

«A este premio lo tomamos con una gran alegría y con sorpresa porque lo que menos pensábamos era que íbamos a estar ternados», le contó a La Ciudad el propio Marcelo Baldonedo, quien inició este sueño con Roncoli en noviembre pasado en Buenos Aires, para después llevarlo al escenario del «Melany» durante el verano.

La noticia de la nominación para el premio no pudo llegar en mejor momento: el día que Baldonedo festejaba su cumpleaños 54. «Para nosotros ya era un gran orgullo, es más, la corazonada era que Daniel (Roncoli) ganaba como autor porque la obra es muy linda y muy piola», reconoció.

La ceremonia de premiación también fue para el pianista de Avellaneda una noche especial. Como bien contaba, pudo expresarle al mismísimo Alfredo Alcón cuánto lo admiraba, encontrarse con Osky Guzmán,, al que calificó como «capo» y cruzar palabras con Javier Martínez, de Manal, que «era una asignatura pendiente de chico».
«Mil palabras a la Redonda» es la obra que, si bien fue escrita por Roncoli, pudo haber sida soñada por Baldonedo, porque música y fútbol son, sin dudas, dos de las cosas que más lo apasionan.

«Es un picado de sensaciones y emociones, fundamentalmente, porque va de cosas muy profundas como recordar a través del fútbol a su padre, a cosas muy divertidas sobre la actualidad deportiva», explicó Baldonedo, quien desde hace años es también director del Instituto Municipal de Música de Avellaneda y la voz del estadio de Arsenal de Sarandí.

En cuanto a la respuesta de la gente, el pianista de Avellaneda aseguró que «sorpresivamente hay muchas mujeres que se ríen bastante y hombres grandes que a veces disfrutan mucho más de un recuerdo que del toque de humor».

«La gente se divierte y después nos tomamos, por costumbre, bajar del escenario y saludar a uno por uno. La verdad es que es una obra divertida, más allá de los matices dramáticos», recomendó Baldonedo.

A diferencia de las otras obras en la que trabajó, como «Didascalias» o «A propósito del tiempo», en «Mil palabras a la redonda» Marcelo Baldonedo interactúa mucho más con el protagonista y trasciende de su labor musical.

«Con Roncoli tengo un papel donde juego mucho más. En la otras cumplía un rol totalmente de músico, pero acá hacemos un ida y vuelta», comentó.

«Daniel me hace reír porque me hace chistes a mi –añadió- y la verdad que lo disfruto como un espectador más, porque a veces dice cosas que ni las espero».
«Para nosotros esta obra es como un juego, como si nos juntáramos a comer y un amigo se pusiera a contar chistes. Creo que el premio es más al apasionamiento que le pusimos, además Daniel toca resortes de la cultura popular sin entrar en intelectualizaciones», puntualizó.

Finalmente, en cuanto a los planes para la obra, por lo pronto seguirán en Mar del Plata hasta mediados de marzo y luego volverán a Buenos Aires a presentarse seguramente en «Encuentro Sudeste».

«Allí fue donde empezamos, es buena gente y un lugar cálido que nos permite hacer una puesta similar a la que hacemos en el teatro», concluyó.

«El piano entangado», un producto bien de Avellaneda

En los tiempos libres, Marcelo Baldonedo aprovechó para llevar a la costa, donde hay visitantes de todo el país, una obra que sirve para que todos conozcan a Avellaneda y sus «hacedores de cultura».

Bajo el nombre de «El Piano Entangado», Baldonedo recorre los escenarios interpretando los clásicos del género, pero también mostrando las obras de los poetas de Avellaneda como Roberto Díaz, Horacio Ramos, Horacio Otegui y Jorge Paredes.

«Es mi mejor carta de presentación, porque si bien invito a gente a cantar o tocar, por lo general es un espectáculo solo de piano y, si hay algo que le pone palabras a esa música, es la de estos autores de Avellaneda que ayudan a definir un montón de cosas que, como no soy poeta, no podría definir».

«Para mi es un orgullo mostrarme como soy, un tipo de un barrio de Avellaneda – remarcó Baldonedo – y estos poetas dicen las cosas que yo quisiera expresar, especialmente con lo que tiene que ver con la rica cultura popular que tiene y tuvo siempre esta ciudad».

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