El adiós a Noemí Simonetto, única medallista olímpica en la historia del altetismo argentino

La Tanita de Avellaneda falleció el domingo último, a los 85 años de edad. Brilló en los Juegos Olímpicos de Londres ’48.

La única mujer que obtuvo para el país una medalla olímpica en atletismo, Noemi Simonetto, la Tanita de Avellaneda, falleció el domingo pasado a los 85 años, a causa de una larga enfermedad osea.

Fue la primera atleta latinoamericana en ganar una medalla olímpica en atletismo: fue en Londres `48, cuando se quedó con la plata en la prueba de salto en largo. Una medalla que estuvo muy cerca de ser dorada, hasta que en el último intento la húngara Olga Gyarmati superó por nueve centímetros su marca de 5,60 metros. Con ese segundo puesto, Simonetto se convirtió en la primera mujer sudamericana en subir a un podio olímpico y en un verdadero emblema del deporte argentino.

Número uno del ranking mundial de 1945 tanto en los 80 metros con vallas, gracias a sus 11 segundos con 5 centésimas, como en salto en largo, con 5,76 metros, Noemí Simonetto obtuvo diecisiete medallas sudamericanas, once de ellas de oro, en seis temporadas, entre 1941 a 1947.

Formada en la escuela de atletismo del Club River Plate, luego representó a Independiente de Avellaneda, con cuyos colores en 1945 registró 1,60 metros para salto en alto, que fue el récord argentino femenino que se mantuvo imbatible durante un cuarto de siglo.

Con la misma constancia y energía que desplegaba en las pistas, Noemí Simonetto continuó su difusión del atletismo como dirigente del Comité Olímpico Argentino e incluso como referente de la categoría Master, en la que participó hasta mediados de los años noventa.

Casada con Ramón Portela, tuvo tres hijos: Jorge, Osvaldo y Fernando. Con los años llegaron los nietos y bisnietos, de los que estaba orgullosa.
Simonetto estaba internada desde hace una semana en la terapia intensiva del Centro Gallego de Buenos Aires.

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