El peronismo homenajeó a Dante Gullo con un acto en Lanús

Los homenajes coincidieron con declaraciones del presidente Alberto Fernández sobre la figura del histórico dirigene peronista.

Distintos sectores del peronismo, entre ellos el presidente Alberto Fernández, homenajearon este lunes a Juan Carlos Dante Gullo, emblema de la Juventud Peronista en los ’70, luego preso de la dictadura y finamente dirigente del kirchnerismo, con una serie de actividades que incluyeron la inauguración de una unidad básica en Monte Chingolo, Lanús, que llevará su nombre, y el inicio de un ciclo de formación del PJ de CABA, también bautizado “Canca Gullo”, al cumplirse hoy el segundo aniversario de su fallecimiento.

Los homenajes coincidieron con declaraciones del presidente Alberto Fernández sobre la figura del referente de la Juventud Peronista Regional 1 (Buenos Aires) de la década del ’70, a quien el mandatario definió en un mensaje grabado en video como “un nombre emblemático” de su generación y como “un buen amigo” pero que, subrayó el mandatario, se caracterizó sobre todo por ser “un ejemplo de militancia, de compromiso y de convicciones”.

El mensaje del jefe de Estado fue proyectado en Lanús durante la inauguración de una unidad básica del Ateneo Néstor Kirchner, agrupación del kirchnerismo bonaerense, que se llamará “Gullo” y en la que además se instaló un mural realizado con pequeños mosaicos del tipo venecita que refleja el rostro del referente de la Juventud Peronista que luego estuvo preso durante toda la dictadura, junto al del expresidente nacido en la provincia de Santa Cruz y fallecido en octubre de 2010.

Durante el acto en la localidad de Monte Chingolo, algunos de los oradores, como Camilo Vaca Narvaja y Salvador Gullo, hijo del propio homenajeado, expresaron su apoyo a una propuesta que está circulando desde hace unos años y que consiste en convertir al 3 de mayo, a través de un proyecto de declaración del Congreso, en el Día de la Juventud Peronista. “Dante fue un militante incansable del proyecto nacional y símbolo de la JP, y junto a Néstor y Cristina tuvieron la enorme visión y vocación de reencontrar a la juventud con la política”, señaló Vaca Narvaja.

Gullo, que falleció el 3 de mayo de 2019, había crecido en una familia de ascendencia italiana establecida en el Bajo Flores, en las proximidades de la fábrica Volcán, se acercó a la CGT de los Argentinos a finales de los ’60 y a principios de los ’70 se convirtió en la cara más conocida de la irrupción de un fenómeno político masivo: la organización territorial y juvenil del peronismo que, cada vez con más fuerza tras el Cordobazo y otros hechos resonantes, reclamaba desde los barrios por el regreso de Perón.

Uno de los episodios que puede ser definido como “bisagra” de aquel proceso ocurrió el 1º de mayo de 1972, durante la dictadura de Agustín Lanusse, en el partido bonaerense de Merlo, cuando lo que parecía ser una simple movilización barrial en una plaza del barrio Parque San Martín que había sido convocada desde grupos de la JP se convirtió en una manifestación multitudinaria que transitó muchas cuadras al grito de “paso, paso, paso, se viene el Peronazo” y concluyó en un enfrentamiento abierto con la comisaría 1ª de Merlo: en la organización del episodio, que llegó a la portada de los diarios, participaron Gullo y otro dirigente de la JP y Montoneros, Eduardo “Carlón” Pereira Rossi, quien sería asesinado en 1983, meses antes del retorno de la democracia.

Gullo fue detenido junto a otros militantes en una pizzería de Morón en 1975 y estuvo preso desde entonces y hasta el último año de la dictadura, siete años en los que mientras él seguía encarcelado los grupos de tareas de las Fuerzas Armadas secuestraban y desaparecían a su madre, Angela Aieta de Gullo, por entonces de 56 años, a quien se llevaron de su casa de Flores Sur el 5 de agosto de 1976, y a su hermano menor Jorge Salvador Gullo, de 28 años, también secuestrado y llevado a la ESMA, y desde entonces desaparecido.

Cuando finalmente Gullo salió en libertad, el 16 de octubre de 1983, en la puerta del penal de Villa Devoto lo esperaban su entonces esposa, Graciela Dora Ojeda, y sus hijos Emiliano, Juan y Carlos, junto a un grupo numeroso de militantes de la Juventud Peronista del Bajo Flores: sobre aquella escena, su hijo Carlos, quien al momento tenía 8 años, todavía recuerda a su padre saliendo de la cárcel “delgado, atlético, con un buzo celeste y un pantalón de jean”.

Junto a la pequeña multitud lo esperaban también varios periodistas, que hacían guardia frente al establecimiento penitenciario, y al ser consultado sobre cómo se sentía lo primero que dijo Gullo, rememora su hijo Carlos casi 40 años después, fue “salgo de la cárcel más peronista que antes de ir preso”. “Yo estaba en la puerta, con mi mamá y mis hermanos, con un grupo de compañeros y compañeras del Bajo Flores, de lo que era la Circunscripción 23, escuché eso y me impactó”, revive Carlos en diálogo con Télam, y completa: “Al día siguiente eso salió en la tapa del diario ‘La Voz'”.

Ya en democracia, Gullo estudió sociología, fundó el partido Nuevo Milenio y con la llegada del kirchnerismo fue diputado nacional (2007-2011) y legislador porteño (2011-2015).

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