El papa Francisco recibió a familiares de las víctimas del atentado a la AMIA

El papa Francisco expresó hoy su acompañamiento en la “búsqueda de la verdad y la justicia” a un grupo de familiares de víctimas del atentado contra la sede de la AMIA, a quien recibió hoy en el Vaticano a pocos días de cumplirse un nuevo aniversario del ataque terrorista ocurrido el 18 de julio de 1994 que dejó 85 muertos.

“Los voy a acompañar en la búsqueda de la verdad y la justicia”, les dijo el papa Francisco a los familiares, en el marco de una reunión que duró una hora y media en la residencia Santa Marta, según contó a Télam desde Roma Sergio Burstein, de la agrupación 18-J.

Burstein, todavía “conmocionado” por el encuentro “sumamente cordial y ameno” -según definió-, relató que los familiares le dijeron al papa que la agrupación lo propondrá como candidato para recibir el Premio Nobel de la Paz, por “todo lo que su palabra está generando en el mundo entero”.

Participaron también del encuentro otros familiares como Olga Degtiar, Graciela Furman, Daniel Komarovsky y Rosa Barrerio, que perdió a su hijo de 5 años en el atentado, y le ofreció como regalo a Francisco el guardapolvo del jardín de infantes que conservaba como único recuerdo del niño fallecido.

“Esto es una caricia en el alma”, dijo el papa Bergoglio, al recibir el recuerdo, en lo que constituyó el momento más emotivo de la reunión.

También participaron de la audiencia privada la ex jueza y ex defensora del pueblo de la ciudad, Alicia Oliveira, y el ex funcionario de Cancillería, Eduardo Valdes -ambos de estrecha relación con Bergoglio-, quienes fueron los gestores de la reunión.

“Para este nuevo aniversario, pensamos en una acción que trascendiera y que pudiera universalizar el pedido de justicia en el marco del diálogo y en la búsqueda de la paz, y lo logramos”, dice Burstein satisfecho.

Agregó que “encontramos aquí lo que no encontramos en gran parte de la comunidad judía que nos da la espalda en nuestro propio país” y destacó que el diálogo con el pontífice se basó en “el respeto, el diálogo, la justicia para vivir todos en paz, y basada en la verdad”.

Por último, Burstein dijo que el papa “entendió nuestra necesidad y la hizo propia” y agregó: “nos abrazó, nos dió una caricia en el alma y nos dijo que nuestra lucha es su lucha”.

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