El oficialismo acelerará el debate de la ley ómnibus tras Semana Santa, con reforma laboral incluida
El Gobierno presentaría este miércoles la versión más acotada del proyecto y apunta a sesionar el 25 de abril. Los votos están, pero las negociaciones con los gobernadores pueden frenar el avance del tratamiento.
Luego de varios días de baja intensidad en la actividad del Congreso, el oficialismo volverá a la carga con la nueva versión de la ley ómnibus, que sería presentada este miércoles en mesa de entradas de la Cámara de Diputados incluyendo la reforma laboral, con la idea de que tenga un tratamiento exprés y sea votada el 25 de abril en el recinto.
El Gobierno confía en que los votos ya están, y efectivamente la base que pone en la matriz de cálculo son los 144 votos que tuvo la votación en general del primer intento de media sanción. Culposos por aquel fracaso que el presidente Javier Milei les endilgó públicamente, la UCR y Hacemos Coalición Federal harán lo imposible para evitar un nuevo traspié, que sería estrepitoso para todos menos para el kirchnerismo, analizan.
Sin embargo, ese escenario ideal pende de un hilo que tiene que ver con la negociación con los gobernadores. Los jefes provinciales podrían amenazar con dejar sin quórum la sesión en caso de que no vean colmadas sus expectativas, especialmente en lo que tiene que ver el paquete fiscal.
La reversión del impuesto a las Ganancias, la moratoria y el blanqueo de capitales está sobre la mesa de negociación.
La inclusión de la reforma laboral a la ley ómnibus
La novedad es que el nuevo paquete ómnibus incluiría además la reforma laboral, que era un asunto en el que el PRO venía empujando desde detrás. Este capítulo está incorporado al DNU 70, pero está frenado por la Justicia a través de un amparo presentado por la CGT.
El bloque que preside Cristian Ritondo comparte el espíritu de cada una de las medidas contempladas en la reforma laboral, pero considera que tiene que tener un tratamiento legislativo para darle consolidación institucional y no dejar flancos débiles que podrían ser aprovechados judicialmente, como viene sucediendo.
La reducción del costo de las indemnizaciones (y su reemplazo por un fondo de cese laboral), el alargamiento de las pasantías laborales (de tres a ocho meses) y la sanción de las asambleas en ámbitos de trabajo son dos de los temas que más polvoreda levantarán.
La idea del Gobierno es volver a convocar a las mismas tres comisiones que trabajaron la ley de Bases durante el verano (Legislación General, Presupuesto y Asuntos Constitucionales) pero desde la oposición dialoguista, el kirchnerismo e incluso puertas para dentro del bloque de La Libertad Avanza reclaman que intervengan más cuerpos, teniendo en cuenta la pluralidad de temas que abarca la ley ómnibus.
Esa será una discusión que se saldará en los próximos días cuando el presidente de la Cámara baja, Martín Menem, defina los giros de comisión del proyecto. La dinámica de trabajo será a través de plenarios que deberían culminar el 17 de abril con la firma de los dictámenes. Una semana más tarde, abriría el recinto. Ese es el derrotero que imagina el Gobierno y que se pondrá a prueba en las semanas que seguirán a la Pascua