El municipio homenajeó a Roberto Casero por su trayectoria como rector del ENSPA

Durante 30 años fue directivo de la Escuela Normal, por tal motivo, en abril, en el marco del 169º Aniversario del Partido de Avellaneda, la Municipalidad le realizó un justo homenaje, con un emotivo video que se puede apreciar en todas las redes sociales de la comuna.

Demás está aclarar que el Escuela Normal Próspero Alemandri es una de las más queridas y reconocidas en Avellaneda. Y quien fue su rector por varios años, Roberto Casero, también dejó una huella imborrable en los corazones de los miles de alumnos que transcurrieron por las aulas del ENSPA, tal como se conoce al establecimiento educativo de la Avenida Belgrano.

Por tal motivo, en abril, en el marco del 169º Aniversario del Partido de Avellaneda, la Municipalidad realizó un justo homenaje a Casero, con un emotivo video que se puede apreciar en todas las redes sociales de la comuna. “Fue muy hermoso que me hayan elegido para este reconocimiento y, como siempre, rememorar todo lo que viví en el colegio es y será muy especial. En ese lugar tengo mi vida entera”, afirmó el ahora ex rector, en diálogo con La Ciudad.

Casero estuvo como directivo de la escuela durante 30 años (10 como vice y 20 como Rector) y, durante su gestión, el ENSPA creció en todos sus ámbitos y fue reconocida por las autoridades educativas como “escuela modelo” durante muchos años. “Gracias al trabajo que hicimos con los equipos de administración, directivo y docente, el ENSPA se ganó un lugar de privilegio, y actualmente su nombre se encuentra presente en varias reuniones donde se habla de la educación pública de la Provincia”, aseguró Casero, quien explicó que además de estar “muy agradecido a la gente de comunicación institucional del municipio” por el trato recibido y por el video que le dedicaron.

También reconoció y agradeció la gestión encabezada por el ex intendente Jorge Ferraresi, “porque su apoyo y cooperación fue fundamental para haber logrado una escuela adecuada, restaurada y que siempre haya contado con todos los elementos necesarios para que los docentes y alumnos trabajen de la mejor manera. Puedo asegurar, desde mi lugar, que Ferraresi fue un ejemplo de gestión para la escuelas de nuestra ciudad”, sentenció sin dudar.

 

Una vida vinculada al ENSPA
“Mi historia con el ENSPA es algo increíble”, definió Casero emocionado, al referirse al vínculo que lo une desde siempre con la Escuela Normal.

“Puedo decir que fui por primera vez cuando estaba en la panza de mi madre, ya que ella estuvo en el acto de inauguración del colegio. Luego, concurrí desde sala de cuatro años hasta que egresé en la secundaria”, contó Roberto, con los ojos llenos de lágrimas. Y con los recuerdos a flor de piel, siguió con el relato: “Y en 1972, cuando egresé del profesorado de educación física ‘Romero Brest’ de Núñez, regresé pero como profesor suplente en secundario. Así fue que con el correr del tiempo hice varias suplencias, hasta que finalmente ingresé como titular en los niveles de primaria y secundaria y, en 1991, accedí a la vice-dirección”.

La historia tiene su capítulo más relevante ocho años después, cuando Casero ganó el concurso para convertirse en el flamante rector de uno de los colegios más prestigiosos del Partido. En ese cargo permaneció nada menos que hasta comienzos de 2020 (aunque se podía haber jubilado con anterioridad), porque quiso estar cuando el colegio cumplió 100 años.

“Me lo propuse y lo cumplí. Además, organizamos un acto espectacular, organizado de una manera extraordinaria y transmitido para todo el mundo. Lo vieron personas desde España, Italia y hasta en Israel. La verdad que fue muy emotivo y estuvo a la altura de lo que se merece la escuela”, reconoció.
“Todo en mi vida siempre estuvo vinculado al Normal. Al punto que a mi mujer, Laura, la conocí mientras cursábamos la secundaria; luego mis tres hijos también realizaron todas sus cursadas en ese lugar y hasta mis nietos llegaron a ir al jardín de infantes. Y como si fuera poco, mi suegra también había trabajado para la institución en sus comienzos. En resumen, somos cuatro generaciones marcadas por el nombre ENSPA”, contó el ex directivo, con un indisimulable amor por la institución, quizás solo comparable con el que siente por su querido Club Atlético Independiente.

 

Satisfacción por lo realizado
Roberto Casero está sumamente contento por su labor como directivo y, en ese sentido, aseguró que “no se arrepiente de nada” y que “haría lo mismo otra vez”. “Fue un desafío académico y creo que se llevó a cabo un gran trabajo, en todos sus aspectos. Una de las pautas que me marcaba lo bueno que estábamos haciendo es que cuando nuestros egresados ingresaban a las universidades, recibíamos cálidas palabras sobre el nivel educativo dado por nuestra querida escuela”, señaló doblemente satisfecho con la labor realizada, porque además, como él mismo asegura: “amo profundamente la educación y son un acérrimo defensor de la escuela pública”.

 

 

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