El plan incluye una campaña de vacunación de tres fases, que comenzó este mes con la distribución de entre 700 mil y un millón de dosis, destinadas en principio al personal sanitario y a embarazadas, dijo a la agencia de noticias Télam el subsecretario de Prevención y Control de Riesgos de Salud, Gabriel Yedlin.

“En esta fase se va a vacunar al personal sanitario, a las embarazadas y, a medida que lleguen las vacunas, a los menores de cinco años y a las puérperas con hijos menores de seis meses”, agregó.

El funcionario señaló que luego la vacunación se extenderá “a toda la gente que, sin importar la edad, tenga algún tipo de inmunodepresión, ya sean diabéticos, insuficientes renales, implantados, obesos mórdibos, oncológicos y todo grupo de riesgo”

La vacunación gratuita se hará sólo en los vacunatorios del Estado, sin necesidad de receta o prescripción, salvo para quienes integren esos grupos de riesgo, que deberán presentar una constancia médica sobre su enfermedad.

Para los mayores de 65 años se mantendrá la campaña de vacunación de todos los años, que es la vacuna trivalente, que tiene tres cepas de virus, una de las cuales es el H1N1, causante de la gripe A.

“Eso -aseguró Yedlin- nosotros lo vamos a cubrir como siempre a los pacientes cubiertos por el Estado, y las obras sociales y el Pami le cubrirán al paciente mayor de 65, como es habitual, y lo financiarán”.

Dijo que que las medidas preventivas son “parecidas” a las que se tomaron respecto al dengue y que permitieron “descender de 26 mil casos en 2009 a unos 700, en el sentido que también tenemos un plan, que está escrito, que es integrador” y que fue subido el jueves anterior a la página de internet del Ministerio de Salud.

Asimismo, el subsecretario puntualizó que “estamos muy bien preparados, mucho mejor que el año anterior” para enfrentar los contagios por gripe A.

“Es un plan de campaña de invierno, que en realidad integra todo lo que necesitamos para afrontar las enfermedades del invierno”, remarcó Yedlin.

Luego precisó que en la estación fría “aumentan entre tres y siete veces las consultas pediátricas por las enfermedades de los chicos, las bronquiolitis, y hay un programa y una dirección dentro del Ministerio, que es Maternidad e Infancia, que todos los años tiene una campaña de invierno para los chicos”.

“Lo que hemos hecho es integrar todo bajo esa mirada: la atención de los chicos, la atención de las pandemias, de la gripe, las campañas de inmunización, la atención de las enfermedades bacterianas, como la neumonía, la coqueluche, porque es una forma de tener una cosa integral”, se explayó.

Con ese plan también se apunta a “que la gente se comunique más de manera más fácil, entienda mejor, y también para que los equipos de salud tengan un documento rector, igual que con lo de dengue, para que puedan tener una misma manera de atender, un mismo abordaje, una misma vigilancia”.

“Hemos fortalecido nuestros sistemas de vigilancia e incrementado nuestros lugares de diagnóstico -continuó- y el año pasado adquirimos los antivirales a los fines de tener acceso a la medicación de manera oportuna en las primeras 48 horas del enfermo”.

En 2009 se logró tener suficiente cantidad de vacunas para garantizar y distribuirlas en todas las provincias y municipios y, si bien al principio era un insumo estratégico, para el final de la epidemia estaba abierta la comercialización de los antivirales por farmacia.

“Este año, empezamos con la misma estrategia. Estamos asegurando el stock para nuestro subsector de la seguridad social y queda abierto el canal de comercialización de los antivirales por farmacia”, dijo.

Al respecto explicó que, por licitación pública, “se formó un consorcio dos empresas nacionales y una extranjera para la producción de la vacuna para H1N1, se ha hecho la transferencia de tecnología y eso garantiza que seamos el primer país de Sudamérica que cuenta con la vacuna, ya no sólo para producción local”.

Consultado sobre las perspectivas para este invierno, destacó que “vamos a estar mucho mejor, porque estamos mejor preparados, el Estado en su conjunto y el trabajo de la población”.

“Necesitamos tener una ciudadanía más educada. Así como para el dengue educada con sus patios; acá, educada con sus hábitos de higiene”, advirtió.

Entre esos hábitos, mencionó “lavarnos las manos más seguido, sonarnos la nariz con pañuelos descartables y tirar el pañuelo, tener los ambientes ventilados, fumar menos y si uno está enfermo no ir a la escuela ni al trabajo, y que la ciudadanía se vaya a vacunar y que los obstetras y pediatras recomienden que se vacunen”.