“Más allá de los resultados obtenidos en las categorías de 12 a 14 años en formas y combates de +45 a 50 kilogramos, logró alcanzar sus objetivos al obtener el tercer puesto en combate, compitiendo en una categoría de alto nivel”, explicó a La Ciudad su entrenador Cristian Mayo.

Para Mayo, compartir estos momentos con Julián son inolvidables, teniendo en cuenta que el joven deportista pasó más de la mitad de sus vida aprendiendo esta disciplina, durante más de la mitad de su vida en el mismo gimnasio.

“Llegó el momento que más esperaba para mi alumno, el de sus primeras experiencias a nivel internacional y sus vivencias al viajar en avión”, aseguró Mayo, remarcando que “es una sensación única, compartir juntos fue muy especial, como su instructor desde que tenía 6 años y ahora, con sus 13 años, ha recorrido toda una etapa en su desarrollo deportivo”.

“El esfuerzo que ha dedicado a cada entrenamiento es de suma importancia, algo que muchos chicos no comprenden”, destacó Mayo, quien expresó estar “muy feliz por Julián, por su padre Gabriel, quien lo apoyó en todo momento”.

“También agradezco inmensamente a su madrina Alicia, quien lo acompañó y brindó su ayuda para que pudiera realizar el viaje”, puntualizó el entrenador de Julián Boccuzzi.

Finalmente, Cristian Mayo expresó su deseo: “Espero que muchos padres y madres sigan apoyando a sus hijos en cualquier deporte, alentándolos a seguir adelante y a no rendirse, porque los sueños se hacen realidad cuando se persiguen con determinación”.

Sumar experiencia
La performance de Julián Boccuzzi superó las expectativas del propio deportista, quien ya se conformaba con sumar experiencia y, de esa manera, seguir creciendo para futuras competencias.

“El Centro Sudamericano fue un torneo con muchos competidores que venían de muy lejos y con un muy buen nivel, mientras que yo, por mi parte, iba con la idea de juntar la mayor cantidad de experiencia posible y por suerte se pudo cumplir esa expectativa”, dijo Boccuzzi a La Ciudad.

Julián no solo no estaba nervioso, sino que el clima que se vivía en el gimnasio lo motivaba aún más. “Al ver a todos los competidores y a toda esa gente alentando, yo ya quería entrar a demostrar todo lo que hice en los entrenamientos”, describió el joven deportista de Avellaneda.

Julián sabe que el camino no es fácil, pero está dispuesto a perseverante, porque “de fallar, hay que volver a intentarlo hasta que salga”, remarcó.

Finalmente, Boccuzzi destacó los pilares que le dio esta disciplina, como “la cortesía, la integridad y la familia, que a lo largo de la vida te va mostrando todo eso que es valioso”.