El Jardín de Infantes “Soberano Rey” festejó una década de vida y sueña con la escuela primaria

Creó una ONG “Voy a Intentar” para impulsar el proyecto de un nuevo nivel.

El Instituto Cristiano de Educación Inicial “Soberano Rey” cumplió diez años de vida y lo celebró el pasado 20 de noviembre en sus instalaciones de Larralde 5255, Wilde, donde ante la presencia de la comunidad educativa, ex alumnos y vecinos presentaron oficialmente la ONG “Voy a Intentar” que trabajará en la creación de una escuela primaria.

“Esta ONG tiene como objetivo apoyar el proyecto educativo del jardín y trabajar en la propuesta de una escuela primaria. Además estos festejos sirvieron para mostrar el crecimiento y la proyección del jardín”, expresó Dante Lezcano, representante legal del Instituto.

“Lo más importante en este proyecto es que la familia se está involucrando, tomando conciencia. Más allá de delegar la educación de sus hijos a la escuela o al Estado, la primera escuela es la familia, y desde esa perspectiva estamos trabajando con la ONG”, puntualizó Lezcano.

Con respecto a los inicios del jardín y a la idea que le dio nacimiento, Claudia Gonçalves, directora del jardín y esposa de Dante Lezcano, remarcó que “era mi sueño, por eso elegí esta carrera que, más allá de ser una profesión, es una vocación”.

Tanto Gonçalves como Lezcano son personas de fe y llevan más de 25 años trabajando por la niñez desde otros aspectos, pero el trabajo cotidiano les fue demostrando que no alcanzaba con una copa de leche y decidieron redoblar su compromiso con la sociedad.

“Nuestras primeras experiencias de trabajo comunitario y social fueron desde la iglesia, desde la escuela bíblica, y hemos tenido dos fuertes influencias como el pastor Roberto Carrevedo y el padre Eliseo Morales” remarcó Lezcano.

El Instituto “Soberano Rey” abrió sus puertas en el año 2000 con apenas 16 alumnos y, además de superar la crisis de 2001, logró seguir creciendo hasta consolidarse con sus tres salas, de tres, cuatro y cinco años.

“Aspirábamos a hacer algo que pudiera aportar, las condiciones eran bien claras porque nuestro llamado era trabajar por las nuevas generaciones con algo concreto, útil, transmitirles de alguna manera lo que nosotros hemos experimentado -agregó Lezcano- por medio de la palabra de Dios, nosotros descubrimos que todo ser humano tiene capacidades y algo para dar”.

Con respecto a los primeros alumnos inscriptos, Gonçalves destacó que eran en su mayoría vecinos del barrio, más allá de la comunidad religiosa. “Si bien tenemos esa base de orientación cristiana para darle a los chicos y a la familia, el jardín está abierto a toda la comunidad”, sostuvo.

En ese sentido, la directora del Jardín añadió que “70% del alumnado es del barrio, que si bien no profesa la religión cristiana evangélica, acepta el trabajo en valores y principios bíblicos”.

“No solo le brindamos contenidos pedagógicos, además trabajamos en pos de los valores, porque la idea no es transmitir una religión, sino un estilo de vida”, remarcó Dante Lezcano.

En la actualidad, el jardín cuenta con cerca de 25 alumnos en cada una de sus tres secciones, quienes trabajan lo curricular en el turno tarde y, en turno mañana, desarrollan talleres optativos que pueden ser de cocina, jardinería, lectura de la biblia o actividades prácticas.

En tanto, para buscar un mayor acompañamiento de los padres, se generan diversos talleres tendientes a brindarles información. A cargo de profesionales especializados, se brindan charlas sobre límites en la niñez o enfermedades infantiles, entre otros temas de actualidad.

Finalmente, consultados sobre esta década de trabajo, Lezcano aseguró que “somos personas de fe y criados en una ambiente de creer en un Dios vivo que tiene planes y propósitos, y a medida que fuimos dando pasos empezamos a ver los logros”.

“Como docente -expresó Gonçalves- una de las cosas que me gratifica es la continuidad de ver a los ex alumnos, que siempre vuelven y recuerdan este lugar que dejó huellas en sus corazones”.

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