El Instituto de Odontología Infantil continúa trabajando en la prevención y promoción de la salud bucal

Además de atender las urgencias organiza talleres educativos para grandes y chicos

Con la tranquilidad y la comodidad que significa tener una sede acorde a las necesidades, el Instituto de Odontología Infantil de Avellaneda continúa desarrollando una intensa tarea de prevención y promoción de la salud bucal desde sus instalaciones de Av. Belgrano y General Paz.

De lunes a viernes de 8 a 17.30 horas y los sábados de 8 a 12, cientos de chicos de hasta catorce años reciben atención profesional y participan junto a sus padres de diversos talleres y charlas.

Con respecto a los requisitos para ser atendido, la Jefa del Instituto, Dra. Silvia Palomba aseguró «la forma de ingreso es mediante una lista de espera que se abre dos veces por año, en marzo y en octubre».

«Se anotan con el documento y un número de teléfono para que podamos contactarlos a medida que se van dando las vacantes. Pueden ser de Avellaneda o de otros municipios, tener obra social o no tenerla, es indistinto», agregó la Dra. Palomba.
Además de los turnos para sendas listas de espera, los chicos con riesgo médico, con riesgo social diagnosticado por un profesional, los especiales y los que presentan traumatismos ingresan directamente, sin inscripción previa.

«El dolor o la infección se atiende en el momento y después pasa a la lista de espera para empezar el tratamiento», aseguró la responsable del Instituto.

Consultada sobre la estructura del lugar, la Dra. Palomba comentó que «cuenta con todo lo necesario para una buena atención, como así también con un equipo interdisciplinario conformado por fonoaudióloga, psicóloga y psicopedagoga, para una atención integral basada en la salud bucal».

Dicho equipo interdisciplinario trabaja en los hábitos instalados desde edades tempranas, que a veces ocasionan problemas en la forma de la boca, en el lenguaje, en la dicción o en una deglución atípica, entre otras cosas.

«Muchas veces no alcanza la mano del odontólogo para estas cosas y se acude al equipo. Por ejemplo, si el nene tiene problemas en la atención o si tiene que pasar por una cirugía, se lo atiende y prepara mediante una psicóloga», explicó la Dra. Silvia Palomba.

Desde 1997, el Instituto Municipal de Odontología Infantil es sede de la cátedra «Preventiva y Comunitaria» de la Facultad de Odontología de la Universidad de Buenos Aires, lo que permite que alumnos que están en el último año de la carrera hagan las prácticas en terreno.

«Ellos atienden a chicos de la lista de espera y a los alumnos de la Escuela Nº 46, quienes integran un Programa que implementamos desde el año 1997, con atención y promoción de la salud», comentó la Dra. Silvia Palomba.

Cómo atender a un chico
Los profesionales que trabajan en el Instituto de Odontología Infantil son odontopediatras, por lo que están capacitados y abocados para la atención de pacientes de corta edad.

Además, antes que los chicos empiecen a atenderse, se organizan talleres de educación para la salud, donde el equipo interdisciplinario les explica todo lo relacionado con la prevención.

Incluso los padres también participan de talleres similares, para conocer qué atención van a recibir sus hijos y para que ellos puedan colaborar, desde la casa, con el tratamiento y el cuidado de la salud bucal.

«Nosotros le damos mucha importancia a la prevención porque, si no, llegamos siempre después de que se declara la patología. Por eso pedimos la colaboración de la familia, asesorando sobre las causas de las enfermedades bucales», remarcó la Dra. Palomba.

En ese sentido, la Jefa del Servicio aseguró que algunas de las problemáticas se producen por mantener el uso de la mamadera y el chupete después de cierta edad, por la falta de higiene o una mala alimentación.

Una forma de trabajar en los temores que no solo los chicos tienen al dentista, es mediante la motivación. «El miedo al dentista quizá lo tengan todos, pero el adolescente que desde chiquito fue atendido no se va a poner mal cuando viene», aseveró la Dra. Palomba.

«La idea es que los chicos no vengan con problemas bucales -sostuvo Palomba- apostamos a que vengan sanos y trabajar en la prevención».

«En general los padres saben cuando están haciendo las cosas mal, pero el problema muchas veces es de percepción, porque no todos asumen las problemáticas bucales como enfermedad», expresó.

Por ello, este mes comenzaron a hacer un relevamiento de la salud bucal de los alumnos de entre primero y sexto grado de las escuelas de Avellaneda. La recorrida comenzó por la localidad de Dock Sud, donde los profesionales del Instituto trabajan en la educación para la salud, junto a las maestras.

Asimismo, entre el 23 y el 25 de noviembre, van a participar junto a otros institutos especializados, unidades sanitarias y el Hospital de Wilde,  en jornadas interdisciplinarias sobre adolescencia.

Dos edificios, dos realidades distintas
Tras la mudanza del viejo edificio en la calle Alsina a este nuevo en Belgrano, la realidad del Instituto es otra. Ganó en espacio, en comodidad y en un mejor servicio para el vecino.
«El viejo edificio estaba hecho con las características de la odontología en los ’60, ahora esta sede tiene diversas áreas de trabajo, es más ergonómico para el profesional porque le permite recostar el sillón, que antes no se podía», destacó la Dra. Palomba.
«Además tiene consultorios para los distintos profesionales del equipo interdisciplinario, aulas para los talleres, un quirófano, más metros cuadrados y bien determinadas las áreas», agregó.
«El municipio le da mucha importancia a la odontología, la decisión de tener un Instituto especializado, que no todos lo tienen, y además agrandarlo, es para destacar», sostuvo la Jefa del lugar.
La necesidad de tener un instituto abocado a la salud bucal de los chicos también surge por ser una patología prevalente, que hace desbordar al primer nivel de atención que serían las unidades sanitarias.
Pese a esa gran demanda, el Instituto responde con creces a cada uno de los vecinos de Avellaneda y alrededores que se acercan a su sede para solucionar un problema bucal o bien para solicitar los consejos necesarios para que el niño crezca en un ámbito donde, la prevención, sea parte de las conductas cotidianas.
 

La Cooperadora, un gran apoyo
Sin bien el Instituto cuenta con un fuerte respaldo de las autoridades de Salud del municipio, la Cooperadora también juega un papel importante a la hora de resolver problemáticas que surgen en el día a día.

Adriana Fort, su tesorera, explicó que la asociación Cooperadora «está para comprar en determinados momentos el insumo necesario, cubrir los costos que ocasionan los trabajos de mecánica dental y colaborar en la estética y el mantenimiento del edificio».

«Es como una caja chica para la institución, cuando hace falta comprar algo urgente, se compra -agregó Fort- de hecho muchas veces presentamos las facturas y el municipio nos reintegra el dinero».

Para cubrir esos costos, aquellos que utilizan el servicio por lo general colaboran con un bono contribución voluntario o bien algunas empresas pueden sumarse a la red de socios benefactores que colaboran en forma periódica.

La Dra. Marta Silva de Rama, quien hoy preside la cooperadora, es una gran conocedora del trabajo que se realiza en el Instituto y de sus necesidades, ya que fue su responsable entre los años 1993 y 2001.

«La Cooperadora se creó en 2000 por la necesidad de tener fondos para todo aquello que ayudara al crecimiento del lugar. Si bien teníamos los insumos, el tema de pintura o mantenimiento de equipos estaba medio descuidado porque no había posibilidades económicas a nivel comunal», explicó la Dra. Silva.

Consultada sobre lo que significó el cambio a la nueva sede, la Dra. Silva remarcó que «este edificio fue un sueño, lo quisimos toda la vida, siempre quisimos ampliarnos, pero no pudimos en la sede de Alsina».

«Este es un lugar céntrico, cercano a todos y mucho más amplio. Desde el punto de vista estructural, tenemos áreas para cada sector», subrayó.

Los cambios no solo debían producirse por el aumento en la demanda, sino que se modificó el tipo de atención. En ese sentido, la titular de la Cooperadora afirmó que «los equipos cambiaron, las necesidades de atención de un chico son diferentes y ahora la unidad de equipo o el módulo, ocupa mucho»

En cuanto a la sala de atención, donde los módulos comparten un espacio común, explicó  que es mejor porque «acá el paciente tiene mejores condiciones acordes a la edad y el odontólogo, al no ser boxes, tiene conexión rápida con otros profesionales y puede tener un asistente en forma inmediata cuando lo requiera», manifestó.

Finalmente, la Dra. Marta Silva confirmó que se está trabajando en dos proyectos, uno institucional y otro relacionado con la atención.

El primero de ellos consta en la imposición de un nombre al Instituto, que pasaría a llamarse «Dr. Hugo Oscar Basílico», en homenaje a su fundador.

Por otro lado, el sueño del Instituto y de la cooperadora es montar la Central de Esterilización, cuyo lugar ya está preparado, pero que el equipamiento es muy costoso.

«Esta central agilizaría los tiempos en el manejo del instrumental, pero sabemos que el costo es muy alto», aseguraron las autoridades del Instituto.

Algunos consejos útiles
– Controlar la ingesta de dulces. No suspenderla porque es imposible, pero por lo menos reducir los momentos dulces a las cuatro comidas principales. Hay que evitarlos entre horas.

– Cepillado e higiene bucal diaria.
– Consulta al odontólogo en forma periódica, incluso cuando la familia no evidencie una patología, porque es bueno para la prevención.
– Uso de pastas fluoradas.
– Masticar bien, porque ayuda a la autolimpieza.

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