El Hospital Fiorito realizó una campaña para la prevención de la ceguera

Fueron dos jornadas a cargo de los profesionales del Servicio de Oftamología del nosocomio. Realizaron controles y entregaron folletos con información sobre la ceguera por diabetes y glaucoma, una enfermedad que se pueden prevenir.

En el marco de las actividades que se realizaron a nivel mundial en materia de prevención de la ceguera, el Servicio de Oftalmología del hospital Pedro Fiorito organizó dos jornadas de prevención de la ceguera por diabetes y glaucoma.

La titular del Servicio, la Dra. María Teresa Di Luca, le comentó a La Ciudad que, durante los dos días que duró la campaña de difusión, se realizaron 240 consultas, cincuenta más que en 2011.

Entre los datos más destacados del relevamiento, expresó que 76% de los concurrentes ni siquiera sabía qué era el glaucoma, un 64% nunca se había controlado la presión ocular y solo siete personas sabían que esta enfermedad se podía prevenir.

En cuanto al desarrollo de la jornada, cada vecino que se acercó al Servicio recibió la folletería necesaria para empezar a introducirse en el tema y respondió un cuestionario previo. Luego, cuatro profesionales los atendían y empezaban con los controles.

«A partir de ahí se veía si ese paciente se podía colocar gotas para dilatar, porque de acuerdo a la estructura del ojo a veces el fondo de ojo es sin dilatación», explicó la Dra. Di Luca. «Una vez finalizado, se le entregó el informe al paciente para su médico tratante y, a los que presentaban presión sospechosa, se los volvió a citar. Mientras, que a los que tenían presiones superiores se los medicó y se les dio un turno para completar los estudios», detalló.

Por otra parte, con respecto a otras patologías encontradas durante ambas jornadas, la Dra. Di Luca aseguró que «entre la gente mayor, se detectó mucha maculopatía, que hace perder la agudeza visual».

«Son alteraciones que suceden con la edad, generalmente en los mayores de 60 – añadió – y uno de los síntomas es ver los objetos como distorsionados, por un ejemplo un marco de la puerta ondulado».

Por otra parte, la Jefa del Servicio de Oftalmología remarcó que más allá de estas dos jornadas de concientización, el Hospital Fiorito trabaja todo el año en la prevención y en la difusión de los cuidados de la salud visual.

«El objetivo de la campaña es captar la mayor cantidad de población porque quizá de otra forma no se acercarían, pero los interesados en hacerse el examen oftalmológico puede venir en cualquier momento del año», afirmó.

En ese sentido, remarcó que no hay que esperar a tener algún indicio en la visión para hacerse un control, sino que debería ser anual. «El glaucoma no tiene síntomas, cerca de la mitad de los que la padecen, no saben que lo tiene», afirmó.

Un paciente sano, una vez por año tiene que hacerse el control. En los más chicos hay exámenes obligatorios al nacimiento, a los seis meses, al año, a los tres años y después antes del inicio de cada ciclo lectivo.

Consultada sobre cómo percibir que se está perdiendo visión explicó que «es cuando miramos a alguien que viene caminando y lo primero que se nos pierde en la imagen son sus ojos, sus rasgos; o bien las traducciones en las películas subtituladas».

En los más chicos, los docentes son de gran ayuda para el oftalmólogo, porque son ellos los que detectan la baja visión en el alumno, cuando se acerca demasiado al pizarrón o cuando aleja la vista de la lectura para relajarse y volver a leer.

Finalmente, la Dra. Di Luca resaltó la importancia de estas campañas de prevención tanto desde el punto de vista estrictamente de la atención como de la difusión de estas enfermedades.

«Si por cada campaña tenemos dos ciegos menos ya es un logro – comentó la Dra. Di Luca – pero también nos satisface que cada paciente que venga dé a conocer este tipo de controles». 

«Lo importante es un control a tiempo porque si bien hay cosas que no tienen cura, uno puede determinar su progresión y detener su avance», concluyó la Dra. Teresa Di Luca.

Factores de riego
El glaucoma, después de la diabetes es la segunda causa de ceguera a nivel mundial, pero si se detecta a tiempo puede controlarse.

Entre los factores de riesgo por los cuales habría que consultar a un profesional se encuentran: ser mayor de 40, tener antecedentes familiares de glaucoma, lesiones previas o cirugías en los ojos, colesterol elevado, miopía, hipertensión, hipotensión, migraña, diabetes y tener el hábito de fumar.

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