Según se informó desde el servicio de Toxicología del hospital de Niños Sor María Ludovica de La Plata, el martes pasado ingresaron a ese establecimiento tres hermanos, dos nenas de 3 y 9 años y un varón de 11, con un cuadro de intoxicación a causa de la ingesta de pan elaborado por su mamá con bromato de potasio.

En el hospital, donde también se debió asistir a la madre de los pequeños, se los rehidrató y se les efectuaron análisis para confirmar o descartar posibles daños renales o auditivos a causa de la ingesta de esta sustancia tóxica.

“Los chicos estuvieron internados durante 24 horas, se los hidrató, se les efectuaron análisis y les dimos el alta. Hoy les efectuamos los primeros controles. Si bien se encuentran en buen estado de salud, los seguiremos controlando la semana próxima porque esta sustancia además del cuadro agudo genera efectos nocivos en el mediano plazo”, explicó Ana María Girardelli, jefa de Toxicología del hospital de Niños.

Los riegos
La especialista detalló que al combinarse el bromato de potasio con el ácido clorhídrico del estómago, se forma una sustancia llamada ácido bromhídrico que resulta “sumamente irritante para el estómago y esófago y provoca vómitos muy difíciles de frenar que terminan deshidratando al paciente”.

Girardelli agregó que los vómitos comienzan a los pocos minutos de haber ingerido el bromato. Pero además, acarrea otros riesgos severos, como la afectación de la función renal y del nervio auditivo, que se manifiestan días después de la ingesta, motivo por el cual los afectados deben ser sometidos a estudios y controles posteriores al cuadro agudo. Cuando el grado de toxicidad es elevado, el paciente puede perder la audición, sufrir problemas de alteración de la hemoglobina y hasta neuropatías.

Controles en panaderías
Por otra parte, la dirección de Fiscalización Sanitaria del ministerio de Salud provincial trabaja conjuntamente con los municipios en el control de las panaderías a fin de garantizar que el pan que se comercializa no contenga bromato de potasio, dado que se trata de un aditivo expresamente prohibido por el Código Alimentario Argentino.

Incluso, la cartera sanitaria firmó un convenio con la Cámara de Industriales Panaderos, Pasteleros y Afines (CIPPA) por el cual esta entidad se compromete a denunciar a los establecimientos que utilicen aditivos perjudiciales para la salud. “El bromato de potasio es perjudicial para la salud, por eso su uso en alimentos está prohibido, sin embargo, se le da otros usos, por caso en la industria química”, explicó Walter García, director de Fiscalización. El funcionario agregó que si se comprueba que los productos contienen bromato de potasio, ya sea directamente o a través de mezclas, se procede a clausurar el establecimiento.

De este modo, según figura en el convenio, tanto el Ministerio como la CIPPA buscan la “erradicación definitiva del uso de aditivos no permitidos como el caso del bromato de potasio y, además, la eliminación de la elaboración o venta clandestina de productos de panadería y confitería a fin de preservar debidamente la salud del consumidor”.